#05

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BÉSAME O TE BESO

Sinceramente, no se sentía cómodo.

Y muy en realidad, tenía ganas de matar a su niñero.

—¡Maldita Piruja!

—¡Patán!

—¡Oxigenada!

—¡Imbécil!

Gwen corría por todo el living con Wade pisándole los talones. Su rubia amiga tenia un buen estado físico para darle palo a su niñero, el cual trataba en capturarla pero Gwen era más ágil y se escabullía.

Puse los ojos en blanco, cuando Wade se abalanzó contra Gwen. Sus musculosos brazos la atraparon desde atrás mientras la alzaba en peso y la llevaba al ascensor. El cual extremadamente estaba abierto.

Pero antes de que Wade la tirará al elevador. Si porque estaba seguro que Wade no la iba a dejar delicadamente. Su rubia amiga alzó las piernas y puso los pies a cada lado del ascensor, deteniéndose y ejerciendo fuerza para no entrar al ascensor.

—¡Lárgate!

—¡Qué Peter me lo diga! ¡No tú!

—¡Soy su niñero, tengo el derecho, ahora lárgate!

—¡No me empujes!

Alce una ceja. Enserio ese par parecia perro y gato.

Y lo mejor es que se pelean por mi. Ay me siento importante. Más de lo que ya soy, claro está.

Mejor los dejó pelearse un rato más, con tal es divierto verlos pelearse y más si es por mí. ¡Ya se! Quién gane se quedará conmigo. Me siento un princeso.

Sonriente, me senté en el sillón. Pero ni bien me puse cómodo el trasero me vibró.

Fruncí la cejas y saque de mi bolsillo trasero el IPhone. Era un mensaje de Harry.

Mensaje de texto» Harry

¡Carnalito carnalote!

¿Vienes a mi fiesta?

No acepto un NO como respuesta.

Ptsd: trae a tu rubia(?)

Extrañado, fruncí los labios. ¿Porque ponía un signo de interrogación en trae a tu rubia(? A que otra rubia iba a llegar... A menos que lleve a un rubio de ojos celeste...

Oh mierda.

¡En qué rayos estoy pensando!

— Wade, Gwen, ya basta. — Pedí, estaba irritado y estos rubios tienen buenos pulmones. Me hacían doler la cabeza. Me levanté del mueble y guarde mi IPhone en el bolsillo trasero. Pensaba ir a la fiesta.

Con mi única rubia.

Mire al par de revoltosos mientras me acercaba al ascensor y marcaba el botón PB.

Gwen me miró con grandes ojos verdes. Suspire enamorado. Esa carita de ángel es hermosa.

— ¡Peter dile a tu tonto niñero que no me eche!.— Un pucherito adorno la carita. Sonreí como tonto.

— ¡Tu no le mandas teñida! ¡Largo, largo!.— Wade la empujó bruscamente al ascensor.

— ¡Peter es mío y nadie me lo quita!

N I Ñ E R ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora