#02

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CONTRATADO



Después de haber descubierto a mi Culito de Oro, así bauticé al castaño bonito, recibí la repelada de mi jefe por andar holgazaneando en mi tiempo de trabajo.

Ahora que estaba de salida, ya listo con mi maleta en mano, recargue mi cuerpo en el casillero y me quedé mirando un solo punto. Todo el santo día me la pase pensando en ese chico de ojos castaños. Era tan hermoso, especialmente sus ojos miel, los cuales me flecharon perdidamente, y su sonrisa colgate; dientes perfectos y blancos.

Murdock entró al cuarto de servicio y pronunciando un "Permiso" más frío y seco me empujó sin delicadeza del casillero. El muy ciego estaba enojado. Razón: desconocida.

Me alcé de hombros y me encamine hasta la puerta, con intención de irme pero gire mi cuerpo y la pregunta salió de mis labios.

-Oye, ciego. ¿crees en el amor?

Murdock cerró el casillero y con maleta en mano caminó hasta la puerta.

-Porque crees que estoy ciego.

Y sin más salió dejándome con la gran duda de mi vida.

-Osea que ... ¡¿Me voy a quedar ciego al igual que tu?!

Grite escandalizado y corrí para alcanzarlo. Una mueca de disgusto y fastidio cruzó su inexpresivo rostro.

-No idiota.- suspiré tranquilo.-Me refería al cuento que las Nanas le cuentan a los niños antes de dormir.

Puse cara de no entender nada.

-Nunca te han contado ese cuento-Me preguntó.

Negué con la cabeza. Y pensé en lo que digo Matt: nunca he tenido una madre o un padre que se preocuparan en contarme un cuento antes de dormir, siempre había dormido solo y escuchado los gritos de su mamá para que papá se detuviera y no la golpeara más cuando llegaba borracho. Solo recordaba que todas las noches envuelto en su mantita roja abrazaba protectoramente un Pony.

Sonreí nostálgico al recordar el muñeco. Mire al frente, en todo el trayecto no hable y Matt tampoco y lo agradecia porque no era muy bueno hablando coherentemente con las personas, habíamos llegado al pasillo principal, ya no había gente por lo cual el pasillo estaba casi desolado.

-Por lo visto los de segundo están más motivados que el año anterior.-Matt, señaló con la mirada en dirección a la puerta.

Y, efectivamente, los de segundos tenían la puerta principal abierta en par en par, algunos estaban en grupo de tres o cuatro, charlando o haciendo bromas a los demás, otros con su pareja besándose o dándose mimos.

-Por lo visto esto me suena a Fiesta de ingreso en casa de uno de los niños ricos.

Le dije a Matt cuando nos acercamos a la salida viendo a cada uno de los estudiantes. Una que otra jovencita me coqueteaba y como respuesta le mandaba un besito volador. Había que cuidar la imagen.

-Creo que sí tienes razón. Y por lo visto va ser en la casa de Osborn. Mira.

Matt me pasó un papel de color coral con letras grandes que decían "Party in house, Bitch"

-Era más que obvio. Es el único Bitch que hace fiesta de tal tamaño.-dije burlon para luego suspirar y maldecir mi suerte de vida.- ir a una de esas fiestas en la mansión de Osborn debe de ser cool.-Matt me miró extrañado.- Ya sabes, cerveza gratis, chicas lindas y sexys, cerveza gratis... Espera ya lo dije..

-¿Cuál es el punto?.-Matt alzó una ceja.

-No es obvio.-Puse el papel en su cara- no me invitaron. Son unos irrespetuosos, soy el Macho Sexy del instituto ¡Y no me invitaron!

N I Ñ E R ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora