El Despertar De La Sirena

CAPÍTULO DOS

Capítulo 2
¿Una nueva forma?

Me encuentro sentada en la roca dejando que el agua fría recorra mi cuerpo con la esperanza de que se lleve las lágrimas que salen sin razón alguna hace rato que comenzaron a caer, ¿Era posible que las sirenas lloran siento un monstruo? ¿Cuántas cosas atroces he hecho? ¿Cuántas vidas he robado?, soy una Sirena uno de los seres más crueles que ha existido y me derrumbaron unas simples palabras de un mortal junto con los trucos de una bruja. Siento remordimientos y no hay algo que pueda darme consuelo.

—¡Maldita sea!, —grito intentando llegar al desahogo, sin embargo, siento el dolor crecer —¿Esto haré toda mi vida? Asesinar a todo aquel que pase cerca, ¿Luego qué? —susurro, ¿Acaso hay otra cosa que sepa hacer mejor? ¿Hay más de lo que mi vida puede significar?

Miro a todos lados pensando si alguien la había visto, pero nada, por fortuna esto que hace es una deshonra contra su especie. Si llegara a ser acusada sería castigada por la reina por ser tan débil de ser la favorita puedo ser a la peste en un abrir y cerrar de ojos. Así son ellas solo se preocupan de sí mismas y de mantenerse en la cima de la cadena alimenticia, nadie quiere meterse con una sirena reformulo así era yo también,

—¿De dónde vienen estos pensamientos?, Me están haciendo demasiado mal, debo volver a mí yo de antes —susurro y alzo la cara dejando que el agua la recorra llevándose el rastro de sus lágrimas

Me observo en el agua, mis ojos están hinchados. Parpadeo varias veces buscando eliminar eso.

Ahora tengo pensamientos sobre el amor, suelto un bufido ¿podría ser peor? Sin embargo, no voy tan lejos, lo tengo más claro eso de creer en príncipes es una idiotez, ¿Alguien rescatándote? Tonterías todos queremos algo. Soy más de considerar en que llegara una persona llena de temor y que busque su supervivencia que me dispararé justo en la frente sin miedo y de esta forma yo poder tener paz.

La visita en la que estuve cerca de la muerte me cambio por completo, he pasado por situaciones en las que casi me matan, sin embargo, esta me movió más de lo que debería.
Al regresar a la costa miro que todas estaban como si nada hubiera pasado hace días, los cadáveres seguían ahí y el olor a muerte llena el lugar.

Al parecer otro barco había caído aunque este es más pequeño, un barco pesquero.

—¡Te dejamos al capitán! —grito burlándose Cristal una sirena con la que antes competía por quien se quedara al capitán, al parecer se le han subido los humos en tan poco tiempo

Todas rieron, mientras un hombre rubio, gordo de baja estatura con pantalones negros y camisa verde claro de piel morena, gritaba por piedad. La ignoro mirando todo a mi alrededor buscando el pirata muerto qué me daño. Me acercó a él unos segundos observándolo su cuerpo inerte sobre la arena, le quito de su cuello un collar, una moneda de oro que tenía grabada un dragón.

—Provecho —digo para luego alejarme de aquel punto

Escucho el crujido de unos huesos romperse junto con un grito de dolor. No hay nada que pueda hacer, era él o yo. Me colocó el collar y vuelvo a la cascada donde paso la mayoría parte de sus días.

—Me la paso comiendo pescado y frutas —susurro regañándome por ser tan débil —Deberías ser pescado Anny —vuelvo a regañarme

Nunca creí que caería tan bajo. Esto es lo malo, soy como un carnívoro cambiando su dieta por verduras. Sabía que no era lo mismo, ya que no logro transformarme, sin embargo, es algo que solo yo puedo saber. Llegan barcos piratas se escuchan sus cantos, mientras yo me encuentro en la cascada llorando sin consuelo mirando la cicatriz que nunca se borró. Ya no era perfecta. Al escuchar cada des embarcación y el comienzo del ritual recuerdo el cómo unas simples palabras me destruyeron mi eterna vida. He perdido la cuenta de las veces que he intentado salir de la isla buscando más que solamente una eternidad, pero la línea roja no me lo permite, es como pelear contra una pared de hierro. A pesar de que las heridas se curan rápido el dolor persiste por un largo rato.

—¿Qué más buscas?, la vida de las sirenas está llena de perfección y belleza, ¡Que es lo que te pasa! —Cristal siempre lo decía molesta al verme llegar a la isla con quemaduras provocadas por esa línea

Parece esperar que pase. Así pasó el tiempo un siglo tal vez o dos, bueno lo que se es que pasaron los suficientes para llegar al día que lo cambió todo. La sensación en mi piel me lo advertía, el aire se volvió denso y el querer salir a buscar a alguien me envuelve me cuadra mucho mantenerme sin perder los estribos, quiero proteger lo que sea que ha llegado. Decido solo contemplar de lejos. Llegó el barco de nombre Luz es blanco y grande en la parte de enfrente tiene un tipo telaraña que es de madera oscura, no hay sirena lo que es raro entre los piratas. Su tripulación llegó a la costa en un mal tiempo a 2 horas para que el atardecer llegue. Por lo mientras en lo que aparece el momento, ellos disfrutarán de todo lo ofrecido. Es casi mágico pensar que en un momento estar regocijando de felicidad cuando de una manera brusca cambia a una de horror y luego el olor a muerte es lo que queda en un último aliento. Esto lo considero hermoso el momento en el que reflexionas en todo lo que hiciste y querías hacer, suelto un suspiro.

Miro a todos, algo me hace sentir insegura, siento el peligro cerca. ¿Qué tal si la historia se repetía? Era mejor estar lejos antes de pasar por esto, quizá y después de esto ya no esté sola.

Sin embargo, por más lejos que estuviera no podía huir del hombre que la buscaba, el que la llevaría al nuevo comienzo que ella buscaba en el nuevo mundo. El hombre que busca algo que lo haga sentirse vivo, algo diferente.