Prólogo

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El nombre de esta historia fue gracias a Valentina Riu

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. -indica cambio de escena.

Indica el pasado.

—indica tiempo actual-

—"Indica diálogo de bestia interna".-

"Indica pensamientos"

Prólogo

Terminaba de alistar su enorme mochila amarilla para regresar con sus amigos al otro lado del pozo, había prometido regresar ese día. Feliz entró al baño se  ducharía rápido para después despedirse de su familia.

— ¡Cuidate! -Ordenó su madre mientras le abrazaba.
— Hija ten esta escama de dragón te traerá buena suerte. -su abuelo se despidió de ella y sin dudarlo guardo la escama del dragón en su enorme mochila.

La chica sonrió por última vez a su familia antes de saltar dentro del pozo.

Al instante fue envuelta por la luz púrpura del pozo transportándola así hasta la otra época.

— Inuyasha. -llamó ella para que le ayudara a salir pero no recibió respuesta alguna.

Al salir del devorador de huesos se le hizo extraño que su amigo orejas de perro no la estuviera esperando. Camino en dirección hacia la aldea y al pasar al lado del árbol sagrado la marca donde alguna vez estuvo sellado su amigo no estaba.

"Algo anda mal" -se dijo mentalmente.

Continuó caminando hasta la aldea para su sorpresa la aldea no estaba. No había rastros de que alguna vez hubiera existido.

— ¡¿Qué mierda pasó?! -gritó enojada mirando el cielo.

Se adentro en el bosque buscaría una cueva para pasar la noche ahí. Recolectaba trozos de ramas para usarlos en una fogata cuando un quejido la sacó de su ensimismado.

La curiosidad le ganó y con su arco en mano y el carcaj lleno de flechas fue a buscar el dueño de aquel quejido.

Al encontrarlo no cabía en su sorpresa frente a ella estaba el demonio más poderoso de todos, muriendo, sin dudarlo se acercó a ayudarle, si no lo hacía seguro moriría rápido, agachándose como pudo le quitó su enorme armadura comenzando a vendar y limpiar cada una de sus heridas, unas incluso tuvo que cocerlas de lo profundas que eran. 

"¿Qué es lo que le habrá pasado?" -se preguntaba una y otra vez la azabache mientras llevaba sobre sus hombros al gran demonio hasta encontrar una cueva. 

Esa noche Kagome la pasó cuidando del gran demonio, cada que le escuchaba quejarse del dolor le daba un té para tranquilizarlo y finalmente el sueño la venció quedándose dormida al lado de él. 

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Los meses pasaban, tres para ser exactos, y él poderoso demonio no despertaba, sus heridas estaban casi en su totalidad curadas unas incluso ya habían desaparecido, eso para ella era un alivio, sin duda le había salvado la vida.

— Ah. -se escuchó un quejido de dolor.

— No se levante, puede hacerle daño a sus heridas. 

El gran demonio se giró y miró a la chica a su lado—. ¿Quien eres? -preguntó extrañado. 

La chica frente a él sonrió con ternura y se aproximó al poderoso demonio.

— Soy Kagome Higurashi y usted es Inu No Taisho ¿Verdad? 

¡Tada!

¿Les gustó? 

Estoy experimentando con esta nueva pareja que también me gusta muchísimo espero que también llegue a agradarles. 

Sayonara RT.

Antes de los Nuevos TaishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora