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Disclaimer: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen sino a Rumiko Takahashi. Yo los utilizo para diversión. El nombre de esta historia fue gracias a ValentinaRui

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. -indica cambio de escena.

-Indica el pasado. -

-indica tiempo actual-

-"Indica diálogo de bestia interna".-

"Indica pensamientos"

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- Vamos Inuyasha saluda a tu padre. -habló el viejo Inu dirigiéndose a su segundo hijo.

-Pa..., padre. -tartamudeó gracias al nerviosismo.

Kagome sonrió y le dio un ligero empujón a Toga para que se acercara a su hijo.

- Te he extrañado tanto. -dijo mientras le abrazaba.

Kagome miraba feliz la escena entre padre e hijo al lado de Sesshomaru.

- Patéticos. -espeto Sesshomaru robándose la atención de Kagome.

- ¿Por qué lo dices?

- Es la verdad. -contestó encogiendo sus hombros.

Kagome sonrió y lo abrazo, aunque su baja estatura era notoria al lado del guerrero Inu, en ese momento vio al Sesshomaru más joven que había conocido, inocente y gentil.

Sesshomaru estaba feliz, él la había aceptado como su madre hacia años, para él, ella era una heroína después de salvar a su padre. La persona que más quería, qué más le apoyaba, el día que él se marchó a salvar a Izayoi algo dentro de él se rompió. Sabía que moriría s iba en aquellas condiciones, pero gracias a la azabache que tenía entre sus brazos había logrado salvarle y ahora ella le haría feliz el resto de la vida de su pare.

- ¿Ahora cual será el plan? -preguntó Sesshomaru haciendo que el abrazo se rompiera.

- En primer lugar tenemos que localizar a Naraku. -Habló Kagome mientras caminaba hasta quedar al lado de Inu Taisho-. La perla está casi completa, lo más seguro es que él ya tenga la parte faltante.

- Tiene razón, él ya debe tener la parte que nos hace falta. -aseguró Miroku.

- Entonces, ¿tendremos que esperar a que él nos ataque? -inquirió Inuyasha con fastidio.

- Así es, lo recomendable aquí es que todos actuemos normal y cuando se aparezca le daremos el golpe final. -habló ahora Toga.

- Creo que el general Taisho tiene razón. -apoyó la exterminadora.

Todos asintieron para después retirarse, esa noche dormirían en el palacio del oeste.

Se encontraban a la mesa cenando-. Kagome nosotros regresaremos a la aldea mañana. -informo la exterminadora.

- ¿Por qué? -preguntó con tristeza.

- Tenemos que comenzar con nuestro plan. -informó el monje mientras le rosaba con su diestra el trasero de Sango.

La castaña molesta le dio una muy merecida cachetada al monje- ¡Maldito pervertido!

- Sango sabes que mi mano está maldita. -se excuso mientras se sobaba su mejilla.

Todos rieron ante tal situación.

Cada quien fue llevado a su habitación por uno de los sirvientes del palacio, todos excepto Kagome ella fue secuestrada a la habitación de Tōga.

- Kagome. -susurró entre besos el ambarino.

Ambos estaban envueltos en pasión de los besos.

- Tōga. -Como pudo escapo de los fuertes brazos del Inu-. No puedo. -se cubrió la cara con vergüenza

Toga sonrió con ternura y con delicadeza le descubrió el rostro de la chica-. Kagome, yo no te voy a obligar a nada.

La azabache sonrió con timidez.

"Porque me pasa esto a mi" -pensaba la azabache.

- Vamos a la cama. -habló el Inu intentando reanimar a la azabache.

Esa noche ambos durmieron en el cuarto principal perteneciente al general.

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- Yo los veré en dos días. -aseguró Kagome mientras se despedía de sus amigos.

"Tengo que aclarar mis sentimientos por Toga" -pensaba mientras miraba a sus amigos marcharse del enorme castillo.

- Kagome ¿Cómo es que tú sabías que mi padre estaba vivo? -inquirió Inuyasha con notoria curiosidad.

- Yo... -iba a comenzar a explicarle pero Tōga le interrumpió.

- Hablemos dentro. -Todos asintieron y caminaron dentro hasta llegar al despacho.

- ¿Y bien? -preguntó Inuyasha.

- Ella me salvo de morir después de haberos salvado a ti y a tu madre.

Inuyasha levantó una de sus cejas dando a entender que aun no entendía.

- Lo que tu padre quiere decir es que viajé más de quinientos años al pasado y yo le salve la vida, por eso tú viviste al lado de Sesshomaru evitando asi que tú fueras huérfano cuando tu mamá llegara a faltar. -explicó la azabache con detenimiento.

- ¿Tu y él tienen algo? -preguntó al ver como su padre le tomaba la mano a su amiga, casi hermana.

- Inuyasha ella es mi pareja predestinada. -habló su padre con calma.

- ¡Qué! ¿Eso quiere decir que Kagome será mi madre? -preguntó alterado.

- Si ella acepta sí. -contestó su padre dándole una gran sonrisa.

- Kagome. -llamó Inuyasha mientras los tres platinados le miraban.

- ¿Qué sucede? -preguntó mientras los nervios se la comían lentamente.

- ¿Aceptaras ser mi compañera? -preguntó el Taisho mayor mirándola con un brillo en sus dorados ojos.

- Yo..., yo..., Tōga me alaga saber que tú siendo un poderoso yōkai me eligieras a mí una simple y común humana y... -ella no pudo seguir hablando porque el dedo del Inu mayor sobre sus labios la calló.

- Kagome déjame decirte que eso de "simple y común humana" no lo eres. - rió Inuyasha.

- Debo decir que Inuyasha tiene razón. -apoyó Sesshomaru.

A Kagome se le llenaron los ojos de lágrimas, las palabras de aquel par de medios hermanos le habían hecho en demasía muy feliz.

- Acepto, sí, sí, sí. -y se lanzó feliz a los brazos de Inu No Taisho.

- Bienvenida a la familia, mamá. -habló Inuyasha colocando su diestra sobre el hombro de la chica dedicándole una gran sonrisa.

Esa noche fue la más feliz para los tres machos integrantes de la familia Taisho.

"Ahora no podemos perder el tiempo" -habló la bestia de Tōga.

"Totalmente de acuerdo, viejo amigo."

"Tenemos que darnos prisa en acabar con aquel villano"

"Lo haremos" -aseguró él mientras su bestia dormía de nuevo.

¿Les gusto?

Este es el capítulo correspondiente al viernes pasado.

Espero que lo hayan disfrutado.

No se olviden de comentar y dejar sus sugerencias.

Sayonara RT.

Antes de los Nuevos TaishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora