La llegada

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Se despertó en un claro en medio de un bosque. En el centro del claro había un tocón que dejó un árbol, al parecer lo cortaron a juzgar por lo limpio del corte, desde el centro del claro el chico miro hacia atrás y vio un estanque alimentado por una cascada de unos 12 metros de alto por 24 metros de ancho. El claro donde estaba lo delimitaban los árboles que crecían espesos alrededor. El sol brillaba y el cielo gozaba de que había pocas nubes en él. El joven deducié que era mediodía por la posición del sol.
Sus ropas eran diferentes a las que el recordaba, los pantalones baqueros, las zapatillas deportivas y la camiseta gris con un árbol rojo estampado se habían convertido en unos pantalones de cuero ajustados, unas botas de piel y metal, una coraza de cuero con una hombrera de metal en su hombro izquierdo y un cinturón castaño con dos espadas enfundadas en él. Una de las espadas era más pequeña que la otra pero cuando el chico la desenvaino y pasé sus dedos por el filo, comprobó que estaba muy bien afilada, y lo aprendió derramando su sangre con el corte que se hizo en el dedo corazón al pasar los dedos por su hoja. El chico se llevó rápidamente el dedo a la boca, guardé la espada en su funda y comprobó de nuevo todo lo que había a su alrededor. La hierba no crecía mucho, era como si solo creciera lo justo para dar una buena impresión mientras que la hierba que crecía fuera del claro era más alta y con un crecimiento y disposición más caótica. No crecían flores en la mayor parte del claro, mientras que cerca del estanque crecían numerosas margaritas. El chico se acercó al estanque y cuando estuvo delante se agachó apoyando su rodilla el el suelo y metió la mano en el agua, al hacerlo se percató de que estaba caliente. El chico se sorprendió por lo extraño de ese lugar pero todas esas cosas no eran lo único raro, ese lugar tenia una especie de aura extraña. Los sentidos del chico no interpretaban ese lugar como el resto de lugares. Era como si hubiera algún tipo de distorsión en ese lugar que provocaba una atmósfera parecida a la de los sueños. Escuchó un ruido de pasos y se giró. Vio a una chica rubia de ojos azules, más baja que él y vestida de una manera parecida a la del chico. Esa chica debía tener su misma edad, lo miró sorprendida y se acercó a él lentamente. Cuando estuvo delante suya dijo:
-Yo soy Clara. ¿Cómo te llamas?-
El chico, con la sorpresa del momento respondió por costumbre:
-Aron...-
Ambos no separaban los ojos el uno del otro.
Clara:
-Supongo que quieres explicaciones. No se exactamente que es este lugar pero, vendrás aquí cada vez que te desconectes de la realidad, cuando lo hagas aparecerás en ese tocón.-
Aron:
-Gracias. ¿Sabes por qué llevo esta ropa?-
Clara:
-Lo siento, solo puedo darte hipótesis, no tengo nada seguro pero creo que es una especie de kit inicial.-
Clara estaba un poco nerviosa pero aun así intentaba ser amable y aportarle la información que podía.
Aron:
-¿Y qué haces aquí? Quiero decir ¿hay alguna razón por la que vengamos aquí?-
Clara:
-Bueno... Esto es algo así como un juego de rol... Hay orcos, monstruos y demás cosas que te atacarán en el bosque. Sin embargo si los matas o les robas puedes obtener armaduras y otras cosas para mejorar tu equipo.-
Aron:
-Supongo que ya lo has hecho por lo que veo.-
Clara:
-Espero haberte ayudado, creo que ahora somos compañeros.-
Aron:
-Eso parece. ¿Me podrías enseñar el lugar?-
Clara:
-Sin problema. Hay algo que debes saber, si te hieren solo báñate en este estanque y tus heridas se curaran casi instantáneamente además de que te quitará el agotamiento. Sí quieres bañarte solo hazlo.-
Aron:
-Gracias por la información pero no creo que este mucho tiempo por aquí.-
La cara de Clara se ensombreció y su expresión se volvió seria.
Clara:
-No es tan fácil... Aquí debes luchar, si en 3 días no sales al bosque a luchar, los monstruos atacarán el claro para venir a por ti.-
Aron se sorprendió.
Aron:
-Pero... Entonces nunca saldré de aquí?-
Clara:
-No es eso, tu puedes salir cuando te plazca, solo debes pensar en volver a la realidad para que así sea pero, cada vez que te desconectes de la realidad volverás aquí aunque no quieras.-
Aron:
-Entonces lucharemos juntos hasta que encontremos una forma de salir.-
Aron sonrió a Clara y al rostro de esta volvió su expresión agradable y su sonrisa dulce.
Aron:
-Por ahora volveré a la realidad pero te veré esta noche. ¿Te parece bien?-
Clara:
-Aquí estaré. Me ha gustado conocerte.-
Aron:
-Lo mismo digo. Nos vemos esta noche.-
Clara lo despidió con una sonrisa mientras agitaba la mano para decirle adiós.

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