Dos

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-Yo soy Nancy, me puedes llamar Nan- dije angustiada de decirle mi nombre-.
-Okey Nan, ¿y si para estar a mano me das tu número?- dijo el-,muy normal, como si fuera parte de su rutina. Lo pensé unos segundos y mi número salió de mi boca; ¡Oh! que gran error.

-Pues te llamaré- Fred movió su celular pegándose en la mano-.

-Oh, claro, no hay problema. Nos vemos luego- moví la mano-, para despedirme y salí de ahí lo más rápido posible.

Al llegar a casa no le comenté nada a mi madre me sermonearía e incluso me prohibiría salir sola. Mi madre ha tenido varios problemas con el alcohol desde que mi padre nos abandonó; si somos una familia disfuncional.
Fuimos a dormir, lo bueno es que cada quien tiene su cuarto así mi hermana no estará irritando.

1:20am domingo

La pantalla de mi celular se iluminó. ¿Quién manda mensajes en la madrugada?

Número desconocido

Hey! Soy Fred, el del centro comercial »

Quizá deba mandar un mensaje diciendo que era número equivocado, pero la curiosidad de conocer a Fred no me ayudó y le mande un mensaje diciendo :

«Hola Fred! Soy Nan

A lo que el contestó

«Creí que me habías dado un número falso pero no, aquí estamos hablando por mensajes»

Yo
« Oh vaya que si. Pero, ¿por que a la 1 de la mañana?. Lol. Es muy temprano »

Él
«Nunca es tarde. Bueno, te dejo descansar. Nos vemos»

Jamás había dado mi número a un desconocido pero, ¿acaso no se vive solo una vez?

Los infiernos del pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora