PARTE #12

3 1 0
                                    

El sudor seguía pegando mi camisa a mi espalda, me dolía la cabeza, aquel sueño se esfumaba en cada segundo que pasaba y el sueño ya se veía cada vez más lejano

Mi madre me observaba preocupada, con su mano acomodo un mechón de cabello que se soltó de mi trenza.

- Mi amor ¿Qué ocurrió?

- No estoy muy segura mamá, supongo fue un mal sueño, es todo.- trate decirle a mi madre con todo el optimismo que pude

- Debió ser un mal sueño, no habías gritado de esa manera desde.- sus ojos se llenaron un gran temor, supuse que no iba a quedar en el aire pero agrego.-desde... que eras una niña

- ¿de niña? no lo sabía, entonces exactamente ¿Qué fue lo que dije?- dije, pero mi madre titubeo antes de contestar

- Primero gritaste, como si te estuvieran lastimando, luego dijiste algo como en llanto "la reina" o algo por el estilo

- No tiene mucho sentido ¿o sí?- volvió a titubear

- Debes dormir cariño, aún es muy temprano, mañana hablaremos de esto, por lo mientras debes descansar.- mi madre me veía con mucho temor, incluso se quedó ahí junto a mi cama hasta que volví a conciliar el sueño

Me dormí pero no volví a soñar. Supongo que en estos casos era bueno dejarlo así.

Desperté a 1:30 pm me sobresalte al confirmar la hora, mi madre puede ser solapadora en casos extraños, supongo que son de los casos.

Me baje de la cama, y me dirigí al baño, me lave la cara, regrese a mi habitación y me cambie; unos jeans, una camisa azul celeste y un suéter negro. Baje a la cocina y encontré a mi madre sentada en el comedor leyendo un libro grueso, cuando noto mi presencia dejo de leer, y me vio como verificar si estaba bien.

- Buenos días.- dije algo torpe

- Buen día, espero que te encuentres mejor cariño.- dijo mi madre levantándose de su asiento y dirigirse a servirme el desayuno.- llame a Laura, tu ausencia ya está justificada.- me tendió en la mesa un plato de un coctel de futas y yogurt de kiwi.

- Gracias.- dije viendo el plato.- no era necesario mamá, llamare a Laura de rato

- Solo es fruta cariño.- antes de poder decir algo más, se vuelve a sentar a la mesa y reanuda su lectura

No dije nada durante la comida.

Estar en casa era extraño, si no veía la televisión en ratos, era jugar con un juego de mesa que mi madre le gustaba pero al poco rato me aburría, también leía, aunque esta última no me daba buen sabor de boca, ¿Cómo era posible que mi actividad preferida dejara de gustarme? Era frustrante.

Mi madre veía mi desesperación.

- Si quieres puedes invitar a Laura.- la mire extrañada.- o algunos de tus amigos, los que vinieron ayer por ejemplo. Se ven simpáticos

- Gracias mamá, por la idea, lo are.- le dirigí una sonrisa y ella me la devolvió

No pasa ni unos 10 minutos de que mi madre propusiera invitar a mis amigos y ya tenía el teléfono en la mano mandando mensajes a Nicolás, Sebastián, Laura y también hubiera invitado a Luca pero no sabía su número, así que le dije a Laura que lo invitara.

A juzgar por la hora, faltaba poco para que salieran de la última clase

Llego primero Nicolás y Sebastián

AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora