PARTE #14

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Tenía aun el celular en la mano y miraba al vacío mientras pensaba en como alejarme de mis amigos para poder platicar a solas con Luca, sé que no les agradaría la idea de estar a solas con Luca así que decidí decir otra cosa. Una pequeña mentira no dañaría a nadie. ¿O sí?

La maleta está casi lista, pero el verdadero trabajo es decirles a mis amigos que me voy. Salgo del cuarto y voy a la sala donde los murmullos de mis amigos se escuchan por los pasillos;

- esto no lo había visto antes....- era la voz de Sebastián.- tampoco ha estado registrado en ningún libro de la familia

Sonaban serios, así que me trate de acerca sin que me vieran para continuar escuchando la conversación.

- es la primera vez que protegen a una bruja tan poderosa como Alicia. - esa es la voz de Laura, al parecer enojada, o quizá preocupada, aquel timbre de voz era inusual en ella.- espero no sonar engreída pero...

- lo es, pero dudo que Alicia tenga pesadillas tan sádicas.- Dijo Nicolás dejándole media palabra en la boca de Laura

-estoy de acuerdo.- contesto Sebastián, luego aclarando la garganta continuo.-creo que fue atacada.-no podía verlos pero estoy segura que Laura y Nicolás lo observaron con sorpresa pero al decir esto la habitación se llenó de un profundo silencio algo incomodos.

- según tú, ¿quién podría atacarla? - era la voz de Laura, la sentía algo nerviosa, supongo por alguna respuesta que no quería escuchar

-aún no lo sé, pero temo que si no la enseñamos a controlar sus poderes a tiempo. - la voz de Nicolás rompió el silencio se detuvo como esperando buscar las palabras correctas. - saldrá lastimada, MÁS lastimada que hoy, puede incluso.- de nuevo quedo callado, podía escuchar aun así un nudo en su garganta que deseaba deshacer.- incluso con sus poderes, ella puede morir

Las tres voces se empezaban a bajar el volumen a casi un susurro. Sin darme cuenta había pasado el umbral de la puerta, los tres me observaban sorprendidos y nerviosos supongo que no se habían dado cuenta que sus voces podían resonar por toda la casa.

Un ambiente pesado surgió en la habitación aun viendo que las ventanas estaban abiertas, deseaba quitar ese ambiente pesado aunque fuera con un chiste barato, pero mi cerebro no daba para eso en ese momento, trataba de acordarme de uno, pero no recordaba nada.

Pase la mirada por la habitación, los tres se encontraban sentados alrededor de una mesa pequeña, donde se encontraba abarrotado de libros al parecer muy viejos por las hojas amarillentas y gruesas, los títulos era extraños, incluso algunos estaban en códigos que antes no había visto, por fin me di la oportunidad de ver a mis amigos a los ojos.

- tranquilos acabo de bajar.- quise disimular que había escuchado la conversación que ya había pasado a segundo plano.- solo quería decirles que... el entrenamiento fue tan agotador que me sentiría mejor en mi casa, ya saben, con mi madre.- tosí un poco.- a salvo y a solas

Todos me veían pero no dijeron nada, así que salí de la sala sabiendo que sus miradas aún estaban clavadas en mí y que la conversación no había acabado. Aun fuera de esta, sentía una mirada, una extraña sensación que recorrió mi espalda dándome escalofríos, no le di importancia y seguí caminando.

Cuando supuse que mis cosas ya estaban guardadas en mi mochila y mini maleta baje con mis cosas para despedirme de mis guardianes e ir con Luca, no sabía cómo regresar a la ciudad pero eso no importaba por el momento.

Al cruzar la puerta principal unos brazos tocaron mis hombros, cuando voltee para ver de quien se trataba, encontré a Sebastián.

- deberías estar en la cama reposando.- dijo con esa voz tan tranquilizadora suya

AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora