PARAISO OSCURO

CAPITULO 1.1

No puede ser que todo eso haya pasado tan solo ayer, trato de olvidar lo patetico que me vi en ese momento.

Cuando regrese a casa lo primero que hice fue ir a buscarla en las redes sociales para poder admirar su brillante sonrisa, su mirada sin igual, para poder verla por completo a ella sin ponerme nervioso.
La veo suspiro, cierro los ojos y me la imagino, rapido abro los ojos un poco asustado por lo que vi en ese momento al cerrar los ojos, cerre la sesion y me fui de ahí.
Traté de buscar algún bosque para poder tranquilizarme, traté  de relajarme pero el impulso me dominaba y poco a poco mis sentimiento e instinto me hacia pensar de otra manera, una manera tan distinta que me mareaba, cuando de pronto caí en un poco de hojas secas, pensando, contradiciendome a mi mismo, pues algo en mi ser decia, -Ella tiene que ser nuestra-
-Tienes que hacerle lo mismo-
Yo temblando tratando de tranquilizarme, se me aceleraba el pulso, mis palpitaciones eran muy fuertes hasta que cuando pude lograrlo note que ya no estaba solo en el bosque, que ya no estaba hablando solo.
-¡Qué patético eres!-
-¡Dejame!- Exclamo mientras me tapo los oídos.
-No puedo, tu y yo sabemos por que no.-
-Por favor-
-Por favor ¡Qué!... - me dijo al oído.
-Solo dejame ser feliz, por favor aunque sea esta vez.-
-Tú y yo sabemos que pasará-
-Ella no, ella es especial, ella es diferente a las demás, ella no.-
-Lástima creo que ya la elegí-
-Esta bien, prometeme que está será la ultima.-
-Lo prometo- me dijo mientras estiro su mano, yo le di la mia y quede desmayado.

Cuando desperté ya estaba más relajado, no tenia pensamientos malos, me sentia completamente normal y tranquilo, no habia duda que lo que me habia hecho era ayudarme a tranquilizar mis ancias, todo eso habia desaparecido por completo.

Cuando iba de regreso a casa, a unos pasos de salir del bosque me empezo a dar un terrible dolor que cabeza, era tan insoportable el dolor que me debí obligado a caer al suelo de rodillas, mientras que con ambas manos me agartaba el cabello, era un dolor sin igual, comenze a llorar por tan fuerte que era ese dolor horrible, mientras a mis espaldas se tornaba un ente que me exclamaba.
-Hazlo-
-¡Hazlo!-
-¡Hazlo ya!...-
Caí desmayado por el dolor.

Cuando desperté, mientras abria los ojos la ví, parecia un ángel, era hermosa, cuando recupere la vista por completo y me di cuenta que era ella, yo asustado la separé de mi y me aleje de ahí.

Me pare y poniendo la palma de mi mano derecha en la cabeza, le pregunté.
-¿Cómo sabías que yo estaba ahí?-
-En realidad no lo sabía, yo iba caminando por el entorno del bosque, cuando te ví ahí tirado, supuse que necesitabas ayuda-
-¡Muchas gracias! Pero ahora debo irme-
-¡Espera! No te vayas aún. ¿Podemos hablar un rato?-
-Me encantaria; Pero no puedo quedarme a charlar en este preciso momento.-
(Quizás nunca- susurre)
-¿Por qué no puedes hablar?-
-Es por que ya voy tarde con mi mamá-
-Esta bien, te creo, pero si me tratas de evadir me sentire muy mal.-
-Eso nunca- le dije, me di la vuelta y me marche de ese lugar...