3.1

86 1 0
                                    

Abro los ojos, veo que aún es temprano para que salga conpletamente el sol, me siento en lo orilla de la cama, veo que mis manos tienen sangre, no entiendo por que, trató de quitarme la sangre con la almoada, pero no se quitaba por completo, de pronto se escucha que alguien abre las puertas que llevan al patio, cuando abrio la puerta grito.
-hey olgasanes levantense de sus mugrosas camas y salgan de acá.
-Hey ¿Qué no me escuchan?

Yo tratando de quitarne la sangre desesperado, hecho agua en el inodoro y sumerjo de inmeduato mis manos en el, al tornarse el agua en un color rojo que oscurecia cada vez un poco más con forme voy frotando mis manos en ella.
El guardia se da cuenta del ruido y golpeando cada puerta de cada celda con su bastón se va aproximando a la mia.
Poco a poco se hacerca, los nervios se me alteran al darme cuenta que el ruido se va volviendo más fuerte con forme el se va hacercando, la sangre no se me quitá de las manos, es algo imposible, pienso -Es algo imposible- mientras me sigo fortando mis manos ahí.
El guardia se detiene en una de las celdas en la cual goteba sangre de los barrotes, enseguida se va corriendo afuera gritando. -Necesito médicos y refuerzos-
Yo no sabía que hacer prontó llegarian los refuerzos y el único que seguía ahí era yo, bueno el único que seguia con vida.

-Veo que es tú primer día acá y has conseguido un gran problema.
-¿Qué haces acá?
-Vengo a querer brindarte mi ayuda.
-No la necésito.
-Bueno te doy una última oportunidad antes que lleguen los refuerzos.
Se puso frente a la celda y con suavidad quitó la cerradura de la reja, y así fue dejandome un camino abriendo todas las puertas para poder escapar, yo me quede ahí incado ante el baño, y fué en cuestion de segundos para que mi celda estuviera rodeada de soldados uno de ellos me grito.
-¡Quédate ahí! Y sube ambas manos y pontas sobre tu nuca.
Yo haciendo caso a lo que me decía me dijo.
-Ahora quiero que te levantes lentamente y luego de eso te des la vuelta hacia acá.
Le hice casó, unos de los polícias me fue a poner un par de esposas, me llevaron a un cuarto de interrogación, me sientan ahí sólo para esperar a que llegará un polícia experto para poder sacarme toda la informacion de lo que se con forme a lo ocurrido.

Me quedo sentado a esperar para que llegue mientas juego mis manos, mi cabeza siempre agachada viendo al borde de la mesa, munitos después entra un pilícia y tira un folder con fotos mías hacia la mesa regandose todas la fotos, se jala la silla, se sienta con el respaldo de si misms viendo hacia mi, pone smbas manos en la cima del respaldo, e inclina un poco la cabeza para sostenerls ahí mismo, y me pregunta.

-¿Qué estas pensando? - con un tono sárcastico.

-...

-¿No sé si me escuchasté? Pero igual te volveré a preguntar. ¿Qué estas pensando? - Me dijo con un tono menos sútil.

-...

-¡¿En qué mierda estas pensando?! No queria llegar a este punto pero mi paciencia es muy corta- Me dijo muy exaltado.

-...

-¿Con que quieres jugar a esto? Esta bien juguemos.

-Veo que he agotado tu paciencia tan rápido. - le digo sarcasticamente.

-Alguien se digno a hablar.- Me dijo mientras se paraba de la silla.

-¿Y dóndd se encuentra el polícia malo de esta basura? - le dije mientras me recoste en el respaldo de la silla mientras le mostre mi cara que salpicada con sangre seca se encontraba aún de la noche.

-En este momento yo soy el polícia bueno, el polícia malo, el polícia que quieras, pero que siempre de alguna forma te sacará la información.

-¡Suerte con eso!- le dije con firmeza y seguridad.

PARAISO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora