Año 1423, la dinastía Joseon gobernaba Corea desde hacía poco tiempo, pero el suficiente como para haber instaurado ya muchas mejoras con respecto a los gobernantes pasados. Habían instaurado al fin una escritura alfabética coreana, el hangul y establecido un nuevo tipo de aristocracia , la yangban.
El rey en aquellos tiempos y desde 1418 había sido Sejong el Grande, un monarca que ya era conocido por su pueblo por su incansable refuerzo de la cultura coreana. Sejong el Grande, no sólo había dispuesto una escritura alfabética correcta para instruir al pueblo, sino que potenció una filosofía basada en el neoconfusionismo, la música, las leyes, el desarrollo de la agricultura, la medicina y las ciencias, haciendo de su nación un lugar más prospero y fuerte con unos cimientos bien asentados. Un gobernante compasivo que prohibió algunas de las torturas que en aquellos tiempos se propiciaban a los malechores e indeseables,como podía ser la "pena del azote".
Tenía cinco hijos, todos ellos varones, cultivados en la filosofía, las ciencias, las letras y la astrología desde su más tierna infancia. Entre ellos se encontraba el próximo heredero al trono, su primogénito, el Príncipe Munjong de Joseon, que rara vez tenía la suerte de compartir momentos con sus hermanos, pues siempre estaba con su padre aprendiendo cómo debía funcionar el reino y más aún, cómo debía comportarse un monarca.
También estaba el más pequeño de los hermanos, Minho de Joseon, quien no tenía ninguna clase de interés o preocupación en llegar a gobernar algún día.
Según su madre, era el más virtuoso de sus hijos, claro que... ¿Qué no diría una madre de su propia prole? Sin embargo en el caso del joven Minho, era bien sabido por toda la corte, que realmente era un muchacho amable, compasivo y de buen corazón. Ni siquiera en su infancia llegó a participar en alguna travesura junto a sus hermanos mayores por estar muy ocupado jugando a corretear los pájaros en los jardines del palacio. Había demostrado ser el más brillante en cuanto a intelecto se refería a pesar de que en el manejo de armas, no había logrado brillar tanto como sus otros hermanos, pero no por ello dejó de practicar hasta ser lo suficientemente bueno como para que su padre, el rey, le diera una palmadita de satisfacción en el hombro.
Por suerte vivían un hermoso periodo de paz y abundancia y era motivo de que todos los príncipes, salvando a Munjong pasaran el tiempo con juegos, fiestas o paseos a caballo e incluso llegaron a marcharse una semana completa para visitar la ciudad y los pueblos colindantes.
A Minho le encantaba aquella libertad que se respiraba una vez abandonaban los muros del palacio Gyeongbok, pero dentro era como vivir en otra realidad, era una calma y un sosiego cuanto menos extraño para alguien como él, no porque siempre tuviera la imperante necesidad de moverse,sino porque además de ser un soñador a casi todas horas, también era un aventurero, aunque rara vez había vivido una aventura propiamente dicha... Lo más parecido había sucedido 15 años atrás, cuando sólo con cuatro años, salió por primera vez de palacio junto a sus padres y su abuelo, quien aún gobernaba y por ir jugando y alejándose del séquito real, acabó perdido y llorando en medio del mercado. Por suerte para él, las buenas gentes supieron reconocer sus vestimentas reales y lo llevaron de regreso al palacio. Fue tal la sorpresa para sus padres de que no lo hubieran secuestrado, que la familia que lo llevó recibió una bolsa llena de monedas de oro en agradecimiento. Quizás aquella experiencia le había hecho más calmado y aún a sus 19 años de vida, le costaba decidir si salía o no solo del palacio para ir a pasear por el pueblo.
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LA SANGRE DE MEDUSA
FanfictionPareja: MinKey [Minho + Key] Género: Fantasía / Aventura EEL: TP Resumen: Año 1423, la dinastía Joseon gobierna Corea. Han levantado los cinco grandes palacios y la familia real reside en el Gyeongbok y se ve amenazada por la maldición de un enemigo...