✩✥ LA SANGRE DE MEDUSA ✥✩ CAP3 [FINALIZADO 2017]

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Minho permanecía petrificado y con miedo...No podía ni siquiera parpadear, los ojos de aquel ser al que su madre llamaba con tanto respeto "Maestro", provocaban en él un miedo irracional que hacía que todos sus sentidos se mantuvieran alerta a pesar de que no reaccionara ninguno.

Aquella figura corvada se acercó tanto que en las cuencas vacías de sus ojos, el príncipe se sintió caer sin remedio en un pozo sin fondo. Notó en la cara aquel aliento pesado y pestilente pero gélido como una ventisca invernal. Ni siquiera aquello pudo hacer que reaccionara su cuerpo, no podía apartar la vista de sus ojos negros. Podía sentir como si su presencia, como si aquella cercanía, le arrancara la vida poco a poco, como si la absorbiera en busca de dejarle completamente inerte y muerto en el suelo... ¿Le habría llevado su amada madre a una muerte segura? Él no era lo suficientemente puro de corazón como para pasar ninguna clase de prueba ni mucho menos para que se le evaluara como tal o se le dijera que era el único capaz de salvar el reino... Aquella mirada, duró mucho menos de lo que pudo parecerle, Minho podría jurar y prometer que había aguantado la mirada de aquel ente por más de dos horas, dejándolo alimentarse de su vida y de su miedo, permitiendo sin oposición que escrutara lo más profundo de su ser, a la espera de caer fulminado como por un rayo al hallarse que no era lo suficientemente bondadoso. Cuando aquella figura retrocedió unos pasos, Minho calló al suelo en una especie de desmayo consciente, agotado como si hubiera pasado horas y horas entrenando hasta la extenuación. Sin embargo le llegó el sonido de la voz de su madre, interrogando al sabio, al brujo o lo que quiera que fuese aquel anciano, sobre lo que había visto en los ojos de su hijo:



- ¿Y bien, Maestro? ¿Qué habéis visto en su alma? ¿Es o no digno de emprender el camino?

- He... encontrado en él... un alma pura e inmaculada, un corazón cándido y bondadoso...Curioso, sí, muy curioso e inquieto...

- ¿Entonces puede partir en busca del elixir?

- Puede y será mejor que marche cuanto antes, debe regresar antes de la próxima luna llena o no logrará salvar al rey... Largo y tortuoso es el camino que le espera, preparadlo bien pues su mayor miedo es verse solo y nadie puede acompañarlo...

- ¡Oh, Maestro! - dijo con voz llorosa la reina antes de arrodillarse ante el anciano- Muchas gracias... Sabía que mi hijo sería digno de la confianza del reino.



Tras aquellas palabras que Minho llegó a escuchar tan solo como un eco de su imaginación, el muchacho volvió a caer en una especie de pesado sueño donde la frase que le había susurrado la bruja, se repetía una y otra vez entre voces estremecedoras que asustaban a su subconsciente. Poco a poco, el príncipe comenzó a volver en sí y despacio abrió los ojos y parpadeó confundido. La luz era tan tenue y todo estaba tan oscuro y en silencio, que no podía ser más que de noche... Una vez más pensó que todo había sido producto de su imaginación y por ello se llevó una mano a la cabeza, le dolía mucho y sentía que todo le daba vueltas. Mientras trataba de incorporarse en su futón, se dio cuenta de que una de las puertas correderas que daba al jardín desde su habitación, estaba abierta y dejaba entrar la gélida brisa nocturna en sus aposentos. Miró confundido al rededor, no sabía porqué, pero tenía el miedo metido en el cuerpo, estaba seguro de sentir que había un peligro cerca... Se levantó usando una sola mano, pues la otra la mantenía vendada contra el pecho ya que se había dañado en su regreso al palacio. Con paso cuidadoso, se acercó a la puerta para cerrarla, aunque al avanzar miraba a su alrededor por si descubría que alguna de las sombras no debía estar allí; pero no fue el caso... Todo parecía estar en su sitio y lo más importante, parecía encontrarse solo...Ya más aliviado de encontrarse sin nadie allí que pudiera volver a perturbar su calma, al alcanzar la puerta y detenerse a contemplar lo hermoso que se veía el jardín en la oscuridad, se percató de que había una sombra allí de pie, de apariencia antropomorfa y que en un parpadeo echó a correr hacia donde él se encontraba. Asustado, Minho dio tal jalón de la puerta que la cerró con rapidez y no satisfecho con ello se acercó a donde se encontraban sus armas y agarró su espada, al menos lo intentó, pues desenvainar una katana sin las dos manos, no era algo precisamente sencillo... Miró entonces a la puerta, ninguna clase de enemigo se habría detenido ante una puerta de madera y papel, pero parecía que aquel sí lo había hecho. Tragó saliva y aún con la espada en la mano, comenzó a acercarse de nuevo. Estaba siendo con diferencia el día más aterrador y perturbador de su vida. De nuevo se acercó para ver si no se trataba de una fantasía suya y cuando estuvo cerca de la puerta, una mano atravesó el papel tratando de sujetarle. No pudo evitarlo, gritó asustado, soltó la espada y echó a correr fuera de su dormitorio. Aquel día no estaba para hacerse el valiente... Habían sucedido tantas cosas horribles e inexplicables que estaba seguro de que en el palacio había espíritus malignos que querían hacerle daño a él y a toda su familia. Detuvo su alocada carrera en mitad del corredor y levantó la cabeza para mirar a su alrededor...

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