Carta 11

37 5 1
                                    

Querido Enigma:
Hablé contigo hoy, y estoy muy feliz. Me contasté que ya ibas volando al extrangero. A mi me dio muchisimo gusto saludarte y sentirte cerca, aunque te estuvieras literalmente alejando. Me contaste que no habias dormido en un buen rato, y te prometo que aunque yo tampoco hubiera dormido me hubiera encantado estar contigo. Fueron los 15 minutos más esperados desde que te fuiste, y fue algo hermoso. Aunque ya ha pasado algún tiempo desde que esto pasó tengo una sonrisa cuando recuerdo ese momento, porque me hizo muy feliz saber que aunque no te habias conectado en un buen rato me contestabas en menos de dos minutos. Tal vez si me quieres, o por lo menos te intereso un poquito. A partir de entonces busco cualquier excusa para hablarte, tampoco quiero parecer acosadora como para hablarte todos los días. Me encantaría que tú me hablaras, que me mostraras que te importo, porque eso a mí me haría más feliz que toda la gente del colegio se fijara en mi, sé que le importo a varias personas ¿pero a ti te importo? Nunca fuiste tan cercano a nadie en el colegio, solo estuviste con nosotros un año. ¿por eso te distanciabas? ¿no querías extrañar a nadie? Al final te dije que te extrañaba y tú me dijiste "igualmente" ¿en serio me extrañas? Yo siento cada día de tu auscencia, no pueden pasar las 24 horas del día sin que por lo menos pases por mi cabeza. Lo que yo daría por saber que te pasa lo mismo a ti.

Querido enigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora