Carta 29

18 4 0
                                    

Querido Enigma:
No lo sabía, tal vez intentaba ignorarlo o no quería aceptarlo. Pero extrañaba estar así de feliz, extrañaba cerrar los ojos para ver tu imagen en mi cabeza y escuchar tu voz dentro de mi. Te extrañaba, y extrañaba que me hicieras sentir de este modo. Extrañaba soñar contigo, y despertarme alegre por la mañana. Extrañaba sentir mariposas en mi interior. Extrañaba que mi corazón latiera de esta manera, te extrañaba, extrañaba verte y escucharte. Extrañaba el simple hecho de que no hubiera preguntas, que no hubiera incógnitas, solo felicidad. Solo amor. Solo tu recuerdo, fresco en mi mente. Solo puedo pensar en ti, solo he pensado en ti, solo he sonreido todo el día. Espero con ganas el momento en que nos volvamos a ver, en que nos volvamos a hablar. A tu pequeña muñeca de porcelana la has sacado de su repisa y la has sostenido entre tus brazos, y tu pequeña muñeca se siente feliz de haber estado contigo, se siente viva como hace mucho tiempo no se sentía. Porque ha leído tantos libros de romance desde que te fuiste y en todos te recordó a ti en cada segundo, porque ha escuchado las historias de amor de sus amigas y les ha contado la suya, y ha visto el brillo que tienen ellas en sus ojos cuando hablan o ven a ese alguien y ha deseado tener ese brillo en sus ojos. Porque he extrañado sentir este amor, al que pareciera, al menos por unos minutos, que la distancia no lo separa, porque he extrañado estar contigo y regalarte una sonrisa, por el simple hecho de ver la tuya. Porque he extrañado guardarte de ese modo en mi corazón. Hasta que nos volvamos a ver, tal vez te seguiré extrañando, pero me has dado un bello recuerdo de ti que durará mucho tiempo, porque si el amor es para siempre un simple recuerdo debe de durar bastante.

Querido enigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora