07.

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Había pasado una semana desde que cerré mi cuenta, en el instituto he ido muy bien, todo en mi vida esta cambiando para bien.
Annie y yo hablamos seguido, tal vez pronto tenga esa oportunidad que tanto deseé desde hace años.

(...)

—Quedas a cargo de la caja.— mencionó Rod, el dueño de la cafetería donde trabajaba.

Limpiaba mi lugar de trabajo, cuando escuché la campanilla que avisaba que alguien había entrado, no le di mucha importancia y seguí con mi trabajo.

–Un capuchino, por favor.–escuché una voz femenina.

–Un momento. –me dirigí a aquella chica que se encontraba en la caja, con una gorra que le tapaba parte del rostro.

–Disculpa, ¿Cual es su pedido?.– pregunte limpiando la máquina

–Un capuchino.– escuché

Yo asentí, y me dirigí a preparar su café.

Acabé y se lo entregué.

Ella lo tomó, y enseguida me pagó.

–Su cambio.– dije estirando mi mano con el dinero.

–Gracias Leondre, si es que así te llamas.– musitó mientras se quitaba la gorra.

Sinceramente no sabia como reaccionar.
Incluso me hacia preguntas a mi mismo.
Seguro tenia cara de estúpido.

—Dennis.— dije asombrado con una sonrisa.

—Si, esa soy yo.— rio 

Me talle los ojos un par de veces, era extraño verla aquí ella vivía tan lejos, o al menos eso me había dicho.

–¿y qué haces aquí?.– la mire extrañado.

–Bueno.. Digamos que me he mudado.–sonrió para luego darle un sorbo a su capuchino.
–esta delicioso. –comento.

No podía creer que estaba cerca de mí, al final me preocupe demasiado.
Ella estaba bien, incluso se miraba más feliz que la última vez que la vi.

–Leondre?.– decía chasqueando los dedos.

–Hmm si?.– la miré con una sonrisa.

–¿A qué hora sales de aquí?.– me preguntó.

–A las 8:00, aún falta, lo siento si querías salir. – respondí.

–Que va, no importa, no tengo nada que hacer, y creo que te ayudaré con tú trabajo. –dijo.

–¿Qué? Estoy bien, ve a conseguirte no se.. una cita. –dije entre risas.

–Eres un tremendo idiota, te ayudaré aunque no quieras, así que callate. –contesto, dándole la vuelta al mostrador.

(...)

Faltaba media hora para salir del trabajo, pronto Rod se asomaría por aquella puerta y me preocupaba el hecho de que Dennis estuviera acá, ayudándome, ya que Rod es muy estricto en esa clase de cosas.

»Quedate« [Leondre Devries] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora