¡Él Es Mío! |Yuruuri/Viktuuri|

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Caminé a pasó rápido hacia mi querido cerdito, busqué su hermoso, sensual y regordete cuerpo, pero no estaba.

—¡¿Esto es una broma?!— exclamé asustado, comencé a buscar por toda la casa y nada.

¿Saben lo que es nada? Pues eso NADA. ¿Se lo deletreo? N-a-d-a eso había de Yuuri.

Desesperado corrí hasta Viktor, al parecer no había despertado aún, me lancé sobre él y lo tomé por el cuello de su camisa.

—¡Despierta! ¡No es tiempo de que estés soñando! ¡Vejestorio!— lo zarandee con fuerza intentado hacer qué despertara y nada, es momento del plan b, me voy arrepentir de esto luego—. Viktor~ ah... Ya metelo— rogué moviendo suavemente mis caderas sobre su pelvis mientras imitaba casi a la perfección el tono de voz de Yuuri.

Sentí cómo sus manos se posaban en mis caderas con algo de fuerza, sentí como me tiraba hacía atrás y se posaba sobre mi, aún sin abrir sus ojos.

<<Definitivamente lo voy a matar>>.

—Si tienes tiempo para querer violarme, mejor ayudame a encontrar a Yuuri— dije molesto, aguantándome las ganas de estrangularlo.

—¿Yurio?— me preguntó confundido. ¿Es idiota o se hace? —¿Qué haces debajo de mí?— se levantó, y me tendió la mano—. ¿Dónde está Yuuri?— miró a su alrededor.

—Aquí debajo de ti ¿No lo ves?— comenté irritado —No lo sé, idiota, por eso quiero buscarlo, ya que por culpa cierto vejestorio que no me dejaba golpearlo con mi sartén él quedó inconsciente—.

Me levante y sacudí mis ropas, comenzando a caminar fuera del lugar.

—Yurio ¡Espera!—

Sin importar su llamado seguí caminando, si quería me seguiría, sino me vale.

...

Luego de un largo rato de caminar, nos encontrábamos en el parque, me adentré en este seguida del idi- digo el intento de ser humano fracasado expendedor de feromonas atraedor de féminas retardado mental con pésimo sentido de la moda de Viktor, y se cree la diva más hermosa, ¡Za! Ya desearía ser el como yo.... Creo que me acabo de desviar.

—Viktor, tu ve por allá— señalé el área dónde estaban las bancas, yo fui al área de columpios.

Para mí buena suerte, el estaba ahí, sentado en uno de ellos, movía sus piernas suavemente haciendo que este se moviese, el vaivén del columpio hacía que su cabello se moviera con la pequeña brisa que creaba, me acerqué embelesado con tal belleza, quedé pasmado al escuchar su risa y ver quien era el causante de ella.

<<Minami Kenjirō; si tuviese la DeathNote ya estarías muerto>>.

Me acerqué a ellos y tomé a Yuuri del brazo.

—Me lo llevo— tire de el para hacerle bajar del columpio, Minami me miró molesto, se bajo y tomó el brazo de Yuuri.

—Eso es inaudito. No pienso dejar que te lo lleves— arquee una ceja ante lo dicho por éste, solté una risilla.

—Mira, mocoso, él es mío y me lo llevaré cuando quiera—. Dicho esto jale a Yuuri y salí corriendo. No, no es que sea cobarde para enfrentarlo, solo es una estrategia, no estoy huyendo.

—¡No es justo! ¡Necesito un reembolso!— me gritó a lo lejos.

—¡Ni que lo hubieses comprado!— grité antes de comenzar a reír como idiota.