Sé que la vida no es fácil, que hay que luchar por lo que realmente deseas, estudiar para ser alguien en la vida y no depender de nadie. Eso pensaban mis padres y de alguna manera yo también. Y estaba bien, tenían razón, pero a costa de qué tenía que hacerles caso en todo, privarme de lo que verdaderamente me gustaba, salir a comer un helado, ir con mis amigas al cine, conocer chicos, hacer lo que una joven normal de 17 años hace... Estaba bien estudiar pero también tenía derecho a divertirme ¿no? Sería lo justo.
Llega un momento en la vida en que se te cae la venda de los ojos y deseas ser libre, hacer lo que nunca haz hecho y sin pensar. Dejar de ser la niña buena que sigue ordenes para complacer a sus padres y empezar a vivir sin miedos y sin límites.
Ese momento está por comenzar. Y ya no va a haber vuelta atrás nunca más.
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Cambios Repentinos
Non-Fiction-¿ Y qué pasó con la niña buena? -Esa niña buena... MURIÓ !