Capitulo 8

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-Lynae- golpes en la puerta

–Lynae- almohadazo en las piernas

–Lynae- almohadazo en la cara

–QUE MIERDA- gritó cuando siento el dolor en las piernas y en la cara

–Perderemos el vuelo si no te levantas ahora- habla Will saliendo de la habitación, voy a matar a este tipo, algun dia lo hare, me revuelvo un poco más entre las sábanas cinco minutos más me levanto, tomo ropa interior y entro al baño.

Media hora ya estoy lista, algunas veces puedo tomar una ducha, buscar ropa, vestirme, y hacer mi maquillaje en menos de una hora, pero me encanta sacar de sus casillas al británico

–Ya estás?- dice abriendo la puerta y asomando la cabeza

–A ti no te enseñaron a tocar las puertas de habitaciones ajenas?- le digo poniendo mis manos en mi cintura

–Ajenas? Esta es mi casa, y mi habitacion tambien- dice posicionando enfrente de mi

–El taxi está afuera en espera de tus maletas- habla alejándose de mí

–Ayudame, luces más fuerte que yo- le digo y él me hace una mueca, pero al final asiente, el chico es fuerte puede las maletas de una chica como yo.

Son las siete y media de la mañana y este chico hizo que sacara mi lindo trasero de la cama tan temprano en un domingo.

Me encuentro muy enojada ahora mismo, el tipo tenia un vuelo privado, el podía llegar cuando quisiera e hizo que me despertara sin haber dormido mis siete horas ¡Lo voy a matar y esta vez no es una alarma! Pero creo que me la tengo que aguantar ya que quien sabe que hubiera sido de mi si no le hubiera llamado. La azafata es alguien que me está sacando de mis casillas, van varias veces que se le insinúa como en este momento y el parece no importarle

–Señor Peters, necesita algo más?- pongo los ojos en blanco cuando le habla la morena de piernas largas y bronceado que parece más barato que los aretes que estoy usando, enseñándole su escote que parece que van a vomitar sus bubis, los miro por arriba del celular, pobre chica se está deshaciendo y Will ni en el mundo la hace

–No gracias, puedes retirarte- me río de la pobre chica que se acomoda su camisa, se dio cuenta de que me reí de ella, no me importa, que sea más decente a la próxima

–Tu, que quieres?- dice la igualada, a mí nadie me trata de esa manera ni menos una azafata

–Disculpa, donde te entrenan para estos trabajos no te dicen que tienes que tratar con respeto a la gente?- le digo soltando mi teléfono sobre mis piernas cortas, no me levanto porque ella es más alta que yo y estamos en el aire y quién sabe que puede pasar

– Trabajo para la familia Peters no para usted, pero dígamei señorita, se le ofrece algo?- me dice mirándome hacia abajo ya que estoy sentada

– Entonces trabajas para mi también, digo, que qué soy la nueva señora de Peters, y si necesito agua- me dolio cuando dije SEÑORA, los ojos de la chica parecían que se le iban a salir, su cara roja y al otro idiota no se le quita la sonrisa en la cara

–En un momento traigo su agua, señora Peters- dice y sale y no le despegó la mirada en ningún momento

–Celosa querida?- me habla Will sentándose en el asiento frente a mi

–Quisieras- le digo estirando mis piernas hacia su asiento, bueno apenas y llegan por que son muy cortas, se ríe ¡SE ESTA RIENDO DE MI! lo golpeo con el empeine arriba de su rodilla pero no lo alcanzo aun así

–Aqui esta su agua, con permiso- dice la azafata entregándome la botella de agua, la tomó y se va,  el idiota no hace nada mas que reir

–Puedes parar de reirte? Yo no le encuentro la gracia- le digo abriendo o tratando de abrir la botella

-Necesitas ayuda princesita?- me dice extendiendo la mano, hago otro intento y no funciona, me arrebata la botella, la abre sin ningun problema, me la entrega y bebo de ella

–La gente con modales diría gracias- dice volviendo a leer su libro

–Si yo no- le digo una vez que me despegó la botella de mis labios

–Que mal educada, enanita- me dice acercándose a mi

–En tu vida me vuelves a llamar asi- le digo alejándolo con mi pierna y mandandolo a sentarse una vez más  

–Obligame- me dice con sus ojos puestos en el libro se lo tiró a un lado

–No me retes William- le digo con mis ojos cafés bien puestos en los suyos, el solo me lanzó un beso y ya jamás volvimos a cruzar palabra.

 Dos horas más ya estamos en Londres en camino a la casa de Will donde tengo que fingir más que nunca

–Vamos a tu casa, o donde?- le digo cuando el termina de dar instrucciones al taxista

–A mi departamento- dice sin mirarme mientras escribe en su celular

–Más tarde mis padres nos invitaron a cenar- agrega

-Que les dijiste?- le digo mirándolo

–Que estaremos ahí a tiempo- dice remarcando la palabra tiempo a lo cual ruedo los ojos

–Sabes que tienes que decirme las cosas que tienen que ver conmigo?- le pregunto y el me mira

–Oh, tenías planes? Por que segun yo tu no conoces Londres y ni mucho menos has estado aqui- me dice sin apartar la mirada de mis ojos, lo fulmino con la vista

–Puedo estar muy cansada para no querer estar fingiendo- le digo apartando la vista para ver por la ventana

–Querida, los dos sabemos que no tienes que fingir por que en verdad te gusto- dice acercándose a mi , quien se cree que es? Suelto una gran carcajada

–Prefiero la muerte- le digo y el sonríe, no se quien se cree que es pero eso aires de superioridad yo se los voy a quitar.

Llegamos a su departamento que estaba muy limpio como para que sea de un hombre como el, bueno el es limpio, el departamento es del tamaño de mi habitación ¡NO MIENTO! Aqui sera donde viviré por el siguiente mes, Si James no me hubiera engañado, yo no estuviera aquí! Estaría en California libre de este tipo por un mes, pero aveces la vida no va como nosotros quisiéramos, y además quién sabe, tal vez este viaje sea bueno para que el y yo nos conozcamos mejor.

Casada Con Un ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora