Capitulo 16

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Ninguno de los dos ha querido hablar después de habernos besado, dije que me arrepentiría y así es, no mentiré el chico besa super bien a sido uno de los mejores besos que e tenido en mi vida pero si ese beso iba a costar la poca confianza que teníamos no lo hubiera hecho. En estos momentos me encuentro haciendo mis maletas para regresar a California, donde espero que todo vuelva a la realidad, a decir verdad no sé a qué realidad me refiero, esta vida de casada es mi única realidad.

Haciendo mis maletas a espaldas a Will, no importa cuanto trate de no hablarme siempre tendré que hacerlo, odio, adiós orgullo, y dignidad

-Will- le digo y un hmm se escucha, ni un simple "sí" puede decir, acaso beso tan mal?

-Puedes darme esa bolsa rosa?- le pido, levanta la vista para ver dónde estoy apuntando, la mira, la toma y me la da

-Si gracias, de nada- dice en tono de broma,al fin hablo

-Lo iba a decir- le digo guardando mi cargador y audifonos

-Pues de nada- me dice caminando enfrente de mi tomando sus cosas.

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-A ti no importa a qué hora te diga siempre tienes que llegar tarde, no tienes ni un poco de responsabilidad- me habla Will desde la entrada del departamento, mi esposo falso o mi padre? No tengo nada más que empacar pero me gusta hacerlo enojar *Lynae no vengas con esas cosas* sacudo la cabeza y salgo

-Alla estan mi cosas, ve por ellas- le digo sonriendo y él suelta una carcajada

-Nos vemos afuera- me dice saliendo y salgo caminando detrás de él y me posicionó enfrente de él con mis manos en las caderas

-No estoy jugando, estoy usando tacones- le digo apuntando hacia mis pies -Y un lindo vestido- le digo ahora señalando mi ropa a lo que el suspira tomándose el cabello, sonrió victoriosa entramos al departamento y el toma mis maletas, no soy tan mala persona asi que tomo las dos bolsas de mano y él las tres maletas

-Pero tu tomaras la mia- me dice saliendo, ya tengo mucho peso

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Ninguno de los dos a cruzado palabra después de entrar al avión, otra vez otro vuelo privado y el apurandome para llegar temprano ¡maldito controlador! Mejor denme al Señor Grey y ahi si no me hubiera negado para nada, y lo obedezco en todo, me levanto de mi lugar para buscar donde deje mi bolsa y la encuentro arriba donde van las maletas, la tomo, por falta de equilibrio hace que me caiga, el piso fuera menos vergonzoso, pero no, soy Lynae Rose y tengo mucha mala suerte cayendo encima de Will Peters y siento que él lo disfruta

-Si solo querías estar arriba de mi, me lo hubieras pedido, nena y yo con gusto aceptaría- dice riendo, ruedo los ojos

-Primero me mato- le digo levantándome con ayuda de el y sentándome en el asiento frente a él, escuchó su hermosa-molesta risa me pongo los audifonos y dejo que la música me duerma mientras veo los nuves.

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Me estiro en mi asiento pero no tengo mucho espacio ya que una piedra o mejor dicho estoy arriba de Will, que yo recuerde yo me quede dormida aquí y el enfrente de mi, dios mío, qué fue lo que pasó,no me importa así que con mi brazo ruedo su cuello y mi cara queda en su pecho, mis piernas enrolladas con las de él, en lo que termino de acomodarme Will inicia a moverse, así que cierro los ojos, con su mano inicia tocar mi cabello, luego la mueve hacia mi cara, si me salen granos por sus manos sucias lo matare, besa mi frente y con cuidado se levanta poco a poco, maldita sea, ni para que me acomode, logró abrir un ojo y lo miro caminar de espaldas, y qué buen trasero europeo tiene, se da la vuelta y cierro los ojos otra vez.

Después de una pelea con mi interior abro los ojos, esta vez si son los dos, trato de buscar a Will pero no lo veo cerca, oh ahí viene

-Pensé que dormirías por siempre- me dice cruzándose de brazos y mirándome

-Tengo monos en la cara o que?- le digo buscando mis tacones, quien sabra donde los deje o bueno donde el hombre lo dejó

-No, pero tienes tus ojos rojos, te estas volviendo vampiro?- me pregunta

-Si, estupido- le digo, tomo la bolsa que está a mi lado y busco un espejo y si tengo los ojos rojos

-Tienes algún problema con las drogas?- me vuelve a preguntar tomó un tacón y se lo aviento, pero él lo puede esquivar sin ningún problema

-Sabía que eras estúpido pero no tanto, esto- le digo señalando a mis ojos -Es que me quede dormida con mis lentes puestos- le digo levantándome con la bolsa, dirigiéndome al baño, llegó y me lavo las manos primero y luego trato de sacarme los lentes de mis ojos, mis ojos se miran tan rojos, siempre digo nunca me dormiré con ellos, pero la pereza me gana los guardo donde deben de ir y me pongo los otros cuales parezco una viejita

-Luces como una anciana- me dice cuando me mira, porque es tan estúpido? Se va y llega

-Vamos a aterrizar- me dice, se siente y amarra su cinturón igual que yo, siempre me daba miedo los aviones por esto, el despegue, y el aterrizaje.

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-Hogar dulce hogar- digo cuando entro a casa

-Señor y Señora Peters, bienvenidos a su nueva casa- nos dice una sirvienta de la casa

-Déjeme ayudarle, señor- le dice un viejo a Will, ya que el pobre hombre venía con todas nuestras maletas, camino hacia las escaleras, estoy demasiado agotada como para desempacar, así que lo hare despues, me quito las zapatillas y me tiro a la cama

-Compermiso señora- dice y yo hago una seña con mi mano

-Dormiste todo el viaje y dormiras mas?- me pregunto y yo asiento, dice algo más pero yo ya no se que dice por qué me quedo dormida.

No se ni que hora es, pero siento los párpados super pesados, mis piernas colgadas hacia abajo, se sienten que me están ardiendo, bueno todo mi cuerpo se siente ardiendo, casi nunca me enfermo y ahora me siento super fragil, Will pasa detrás de mí y golpea mi pierna con la suya y siento que se me va a caer a lo que hago una mueca de dolor

-Lynae estas super caliente- me dice acercándose y poniendo su mano en mi frente y mejillas-

-Tienes la mano muy fría- le digo quitando su mano que se siente super pesada, se levanta de la cama y se dirige al baño, se escucha el agua golpeando el piso y Will vuelve tomándome en sus brazos y acostándome en el piso frío, que de inmediato hace que se me ponga la piel de gallina, me ayuda a quitarme el vestido y me quedo en ropa interior enfrente a él, pero estoy tan enferma que no me importa, se quita su camiseta y me toma en sus muy musculosos brazos, me sienta otra vez en el piso de la ducha y ahora me cae toda el agua helada, de una manera u otra me hace sentir bien. Cinco minutos más Will sale y trae una toalla con él, me envuelve en ella, seca mi cabello, cuando estoy completamente seca o eso creo Will me pone la camiseta que llevaba hace unos instantes me vuelve a tomar en brazos, y nos dirigimos a la cama donde me deja, acostada pero cuando está por irse tomo su mano

-Quédate conmigo- le digo en un hilito de voz

-Siempre Lyn- me dice acostándose a mi lado y poniéndome muy cerca de él, mi cara queda pegada en su pecho y sus manos alrededor de mi cuerpo y quedó dormida en los brazos del hombre del que me estoy enamorando.

Casada Con Un ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora