Derribemos Las Paredes

4.-Caminata

Pánico.

Eso es lo que tengo, no soy una persona de muchos riesgos, por lo tanto no soy una persona que reacciona muy rápido, así que solo me quedo allí aguardando lo que viene ya que el chico con el que bailaba desapareció al empezar el alboroto.

Hasta que siento que alguien tira de mi, y me guía por entre las masas de cuerpos que al parecer saben donde hay una salida de escapatoria, vamos por el mismo lugar que los demás pero en un momento la persona que antes tiraba de mi me empuja contra una puerta del pasillo por el cual estábamos pasando, entramos en una habitación oscura.

- ¿Estas Bien?- pregunta, y ahí me doy cuenta que es el chico con el que momentos antes estaba bailando.

-Si- respondo y sin decir nada saca una linterna y comienza a alumbrar la habitación.

La habitación es pequeña y no hay mucho en ella, solo un pequeño mueble en un rincón y todo esta cubierto de polvo.

Me acuerdo de mis amigas y me pregunto si lograron escapar, la ultima vez que las vi estaban bailando cerca de el lugar por donde muchos escaparon, ojalas que estén bien sé que lo estarán, en cambio no se si puedo decir lo mismo de mi porque si no fuera por Adrien estaría con la policía en este momento, sabia que no debía venir, sabia que era mala idea, para algo están las leyes y las reglas es para mantenernos seguros y no romperlas, ¿Ahora que hare?! Miro a Adrien y me esta mirando con una sonrisa de boca cerrada.

-¿Qué te parece tan gracioso?- le digo un poco molesta por que nos pueden atrapar en cualquier momento.

-Nada, solo que me imagino lo que debe estar pasando por tu cabeza en este momento, como por qué viniste y las leyes y bla bla bla- dice el divertido, como puede estar divertido es una situación así.

-Deja de actuar como si no estuviera pasando nada, en cualquier momento nos pueden atrapar, al menos algunos quizás lograron escapar, pero nosotros no tenemos posibilidades, revisaran las habitaciones de este lugar y nos encontraran, debimos haber escapados con debimos, debimos...

-Relájate, no escapamos con ellos por que no hay tantas posibilidades de salir bien por allí, yo no soy como ellos, yo simplemente soy yo, genial e ingenioso- dice el relajado

-¿Y cual es tu plan genio?

-Esto preciosa- él empuja la pared y se abre una puerta que no se notaba que estaba allí porque se camuflaba perfectamente con la pared- Ven vamos- dice él, avanzo y cierro la puerta que ahora esta a mis espaldas, lo sigo por unas escaleras que bajan a quien sabe donde, que me pasa, yo no confió mucho en la gente, ¿Por qué estoy siguiendo a un completo desconocido? ¿Y si es un asesino?

-A donde vamos- me atrevo a preguntar.

-A tu perdición- dice el con un tono un poco serio, mi cara se descompone al escuchar sus palabras, él me mira de reojo y luego lanza una carcajada- ¿En serio pensaste que te asesinaría? Eres muy inocente ¿sabes?, cuando te vi pensé: esta chica no se ve de fiestas se ve que quiere estar en una tibia cama mirando alguna película en vez de morirse de frio en una fiesta clandestina a las dos de la madrugada-.

-Tu no sabes nada de mi- las escaleras se terminan y comenzamos a caminar por un largo pasillo.

-Haber déjame adivinar... tienes una linda familia sin problemas económicos, sacas buenas notas en tus clases quizás sin ser destacada pero estas en una buena posición, tienes unas amigas que te animan en todo como en salir y esas cosas de chicas me atrevería a decir que ellas te trajeron a la fiesta, tu madre y padre siempre te apoyan, sigues todas las reglas, eres ordenada y tienes buena reputación, ¿Me falto algo?- dice el relajado.