Me gustaba, demasiado, más de lo normal. ¿Qué era el para mí? Todo.
¿Qué era yo para el? Nada, o más bien lo siguiente a nada.
Se oye triste pero lamentablemente es la realidad, así he vivido mis últimos meses desde que entre en la nueva escuela.
El era un chico normal, tenía su grupo de amigos, su novia y una familia que lo ama. Y bueno yo, la rara que se sienta en la esquina del salón a observar todo, no puedo decir que tengo salud, porque no es cierto y tampoco puedo decir que mi familia me ama realmente.Un dilema era ir hacia mi casa, era horrible prefería dormir en la calle antes que entrar ahí, se preguntarán por que, mi padre nos abandonó cuando cumplí siete, mi hermano mayor tiene juntas horribles, mi madre trae hombres cada día, y yo, yo tengo que estar presente en ese ambiente. A la salida del colegio iba hacia la biblioteca donde me quedaba día y tarde, en la noche, pues, tocaba ir a "casa".
Tengo tantas experiencias horribles gracias a mi madre, si es que así se le puede llamar. Noches en las que no he dormido y por último mi enfermedad, según el doctor, terminal, y ¿Por qué no estoy triste? creo que cualquier cosa es mejor que vivir mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca te dije.
Historia CortaEstaba enferma, pero también estaba enamorada. Bien sabía que no podía enamorarme, estaba cometiendo errores.