Break Some Rules (Jai Brooks) TERMINADA - Wattys 2015

Capítulo II: Adiós Sán Francisco

-No puedes obligarme.- estaba gritando todo lo fuerte que podía mientras mi madre llamaba mi hermana por teléfono y hacia mis maletas. Cada cosa que entraba en la maleta volvía a salir de ella.

-Si.......Se que es mucha responsabilidad para ti, pero no podemos hacer otra cosa......Alejandra, no te preocupes..........Lo prometo......Te quiero.- como no en ella confía y en mi no. Ella siempre fue la hija perfecta, guapa, lista, no se mete en líos. Toda una muerma.

-Espero que sepas que no pienso ir a Australia...-puse una cara de desagrado.

-Que no vas a ir, dices. Eso es lo que te has pensado. Nos has decepcionado. Se supone que deberías tener algo mas de cabeza. ¿Qué te crees que piensa ahora todo el mundo de nosotros? Padre policía y madre abogada. Todos esperábamos algo mas de ti. No que fueras una delincuente de pacotilla.- no me había dado tiempo a vaciar la maleta. Había sido tan rápida en cerrarla que no me dio tiempo.- Sube al coche tu avión saldrá en una hora. Tu hermana te va a estar esperando en el aeropuerto de Melbourne. No nos decepciones mas de lo que ya lo has hecho.

Me había quedado alucinado por lo que me había dicho. No la iba a contestar solo significaría mas problemas.

-Baja del coche.- estaba muy seria.

-Adiós.- era un adiós con el que pretendía mostrar todo mi desacuerdo con esta mierda.

-No señorita nada de eso. No me iré hasta que subas a ese avión.

-Venga ya. No tienes nada mas que hacer que tocarme los cojones.- me pego una ostia impresionante y me obligo a subir al avión a empujones.

Era un viaje sin transbordos de San Francisco a Melbourne. Me esperaba un largo y jodido viaje. A mi lado una anciana que no hacia mas que quejarse y dormir, delante mio un niñato que intentaba ligar conmigo y detrás mio un mocoso toca pelotas que no hacia mas que dar golpes al asiento. A la media hora de empezar el viaje ya estaba tan cansada de toda esta gente que cogí mi móvil y me puse los cascos, si seguía oyéndoles hablar me iba a tirar por la ventanita del avión.

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Llegue al aeropuerto de Melbourne después de un viaje de mierda. Vi a mi hermana Alejandra buscándome por el aeropuerto, pero antes de que me viera agarre mi maleta y me fui a sacar un billete de avión que me llevara a San Francisco.

-Hola. Quiero una billete de avión que salga ahora mismo para San Francisco.- intente sonar lo mas amable posible.

-No creo que ya no lo quiere.- Alejandra apareció detrás mio y me saco de allí tirándome del brazo.

En el camino a su casa no hablamos nada. Eramos demasiado diferentes para ser hermanas. siempre pensé que era adoptada y me hubiera gustado que fuera así.

-Los fines de semana dormirás aquí. No dejes demasiada ropa aquí, el resto de los días los pasaras en el centro disciplinario. Has tenido mucha suerte, cualquier otra persona en tu lugar hubiera ido a un reformatorio de cabeza.- estaba muy seria. Me caía mejor cuando era mas divertida y no una estirada como ahora.- Si te metes en algún lió te llevaran a un reformatorio. Deberías andarte con cuidado.

-Se bien lo que tengo que hacer con mi vida.- me metí en la habitación y cerré la puerta para que no me molestara.

Desde esa ventana se veía el jardín de los vecinos. En el estaban dos gemelos uno con su novia y otro solo. Eran guapos.

Sonó el timbre y me asome a la escalera quería ver quien era.

-Hola Daniel.- si Alejandra seguía así se la caería la baba.

-Hola. Esta noche Beau va a dar una fiesta y me preguntaba si querrías pasarte por allí.- el tal Daniel parecía un tío simpático.

-No, no puede ir. en ese tipo de fiestas es en las que todo el mundo acaba tomando droga y haciendo cosas de las que luego se arrepiente.-imite el tono de mi madre haciendo que mi hermana enfureciera y el chico se quedara impresionado.

-No la hagas caso es una desequilibrada a la que tengo que cuidar de vez en cuando. Esta claro que iré.- el rió y Alejandra me lanzo una mirada de "ya hablaremos".

-Si quieres puedes llevarte a la desequilibrada.- el chico rió y se fue.