-Adagio Dazzle, usted tendrá que asistir obligatoriamente a clases de manejo de ira- fue lo último que escuché del juez cuando me mandaron a mi castigo.
Era una aburida tarde, como siempre volví a casa y me encontré con mis absurdas y tantas compañeras de piso, Aria y Sonata, cabe mencionar que ellas están en una relación y siempre tengo que soportar sus tonterías.
-"¡Oh, pero que tiernas! "- dije con sarcasmo mientras entraba al departamento y las veía imitando la escena de la dama y el vagabundo.
-Oye, tu no tienes clases de ira a las que asistir- dijo Aria sonrojada mientras se separaba de Sonata.
-Si, pero recuerda que me quitaron mi licencia y no puedo conducir mi auto, así que supongo que no iré- dije mientras volvía a mi cuarto.
-Tranquila, yo puedo conducir tu auto- dijo Aria sonriendo mientras me tomaba por el brazo.
-Si, saldremos de paseo- dijo Sonata mientras aplaudía.
-Esta bien- dije enojada.
Todo el camino hacia las clases de control de ira fue bastante aburrido, especialmente por que tuve que soportar las cosas cursis que se decían Aria y Sonata.
-Esto es como llevar a un niño a su primer día de escuela- dijo Aria sonriendo mientras frenaba el auto.
-¿Estas emocionada por esto Dagi? - pregunto Sonata.
-Si, estoy muy emocionada- dije fría mientras salía del auto.
-Si, escuchaste Ari, la pequeña Dagi está emocionada- dijo Sonata sonriendo.
-Deja de llamarme Dagi- dije amenazante.
-Bien, mientras tu estas en tus clases yo ire con Sonata al risco de los amantes- dijo Aria con su sonrisa burlona.
-¡¡¡¿Que?!!! Ni crean que aran eso en mi auto- dije bastante molesta mientras escuchaba el motor encenderse.
-Muy tarde- dijo Aria mientras el auto comenzaba a avanzar.
-¡Maldición!, bueno nadie me obliga a quedarme- me dije a mi misma mientras daba la vuelta, pero me tope con alguien.
-Hola, tu eres Adagio verdad- dijo una chica de pelo color rojo y amarillo mientras se paraba frente a mi.
No entendía que pasaba, pero esa chica hizo que mi corazón se acelerara.
-S-si, ¿por qué preguntas? - dije algo sonrojada.
-Mi nombre es Sunset Shimmer y pues yo seré tu asesora para tus clases de manejo de ira- dijo sonriendo.
Otra vez volví a sentir esa sensación, pero esta vez fue mucho más fuerte que la última vez, por que me pasa esto.
-Es-esta... bien- dije algo atontada por su sonrisa.
-Bien y que estamos esperando, vamos- dijo mientras me tomaba de la mano y me hacia entrar a la sala.
Su mano era tan cálida y suave que me hacía perder el control sobre mi cuerpo y simplemente la seguía hasta la sala donde había un grupo de personas sentados en círculo.
-Bien, hoy tenemos una nueva integrante en nuestro grupo, denle una calidad bienvenida a Adagio- dijo Sunset sonriendo mientras me señalaba haciendo que me sonroje.
-Bienvenida Adagio- dijeron al unísono.
-Gra-gracias- dije algo nerviosa mientras me sentaba.
-Bueno Adagio, que tal si nos cuentas a todos por que eatas aquí- dijo Sunset sonriendo mientras que mi corazón latía con más fuerza.
-Y-yo empuje a una anciana- dije desviando la mirada mientras sentía algo cálido en mi espalda.