Mi amigo del espejo

~ Capitulo 9~ Accidente

Al llegar a la puerta de mi apartamento cogí a Shiro de la mano y entramos rápidamente, le obligue a sentarse en el sofá para que me contara todo. Estaba muy pálido, parecía que no estaba bien.

- Vale, ya no nos pueden interrumpir, ahora me dirás todo, contestaras todas mis preguntas y no me digas que lo harás mañana porque ahora es muy tarde, sólo son las tres de la mañana. - Dije mirándolo muy seria.

- Tranquila princesa, contestaré a todas tus preguntas ahora, pero eso sí, mañana tienes clases y como tu has dicho son las tres de la mañana - Me miro muy serio pero con un tono divertido.

- Deja ya de llamarme "princesa" ya se fue Lucía- Me canse de ese apodo, lleva llamándome así toda la noche.

- Te seguiré diciendo así aunque no quieras, pero dejemos esto y empieza con el interrogatorio - Me miro pícaro, como me fastidia esa mirada.

- Como quieras...- Dije ya cansada- Empecemos.
¿Quien eres? ¿Como llegaste a mi apartamento? ¿Por que no me dejas tranquila? La primera vez que nos vimos ¿Por que dijiste que sería aquí donde vivirías? ¿Cuando...?- No seguí preguntando porque me interrumpió.

- Vale, frena princesa, contestaré esas preguntas ya que son las más básicas, así nos podremos ir a descansar - Se aclaro la garganta - Me llamo Shiro, llegue a tu apartamento, aunque suene difícil de creer, a través del espejo que encontraste entre tus cosas, ese espejo es como mi "casa" y si paso fuera de él mucho tiempo mi energía se agota.  
Como me pusiste en tu apartamento salí, vi que estabas durmiendo y no quise despertarte por eso no notaste mi presencia hasta que te levantaste, ahora no puedo dejarte tranquila porque estoy ligado a ti de alguna manera, al morir mi antiguo dueño dejo a su hijo el espejo pero no lo quiso,  me iba ha tirar, pero al ver el camión de mudanzas descargar todas tus cosas me puso entre ellas y tu amiga me colgó en la pared de tu habitación.
Es decir que ahora viviré de alguna manera, contigo. Eso es todo lo que te puedo decir por ahora ya que tengo que comprobar antes algunas cosas - Dijo respirando aliviado.

Vale, Lisa, tranquila, lo que me acaba de decir no puede ser verdad, eso es imposible, pero si fuera cierto ¿Que sería entonces, un espíritu, un fantasma? No se como reaccionar.

Me quedé completamente asombrada por lo que me acaba de decir, estoy mirándolo incrédula, y el a mi como si fuera lo más normal del mundo. Estaba apunto de reaccionar cuando el se levanto para ir a la cocina, en el momento en que se levantó se desmayo, golpeándose la cabeza contra la mesa.

- ¡SHIRO!- Grité asustada mientras veía una pequeña brecha en su frente, rápidamente me acerque a el e intenté no moverlo ya que si era algo grave podía dañarlo más. Separé la mesa para poder tener más espacio, le levanté con cuidado la cabeza y coloqué algo blando para que la tuviera en alto.

Fui a la cocina, cogí una bolsa de hielo y luego al baño a por el botiquín para intentar curar la pequeña brecha de la cabeza. Regrese al salón y Shiro aún seguía inconsciente...