Afenfosfobiaϟ Kihyun;

ˇc u a t r oˇ

Me levanté con pesadez anticipando el dolor de cabeza que me iban a provocar los regaños de mis padres. Me desanimó recordar que debía lograr que firmaran la nota de la institución, la cual había estado evitando desde mi llegada a casa. La misma era tan monótona que para mí resultaba una copia de todas las anteriores.

Me senté en el borde de mi cama para desplegar la hoja de papel y suspiré al repasar las palabras que allí estaban escritas.

Nos dirigimos con brevedad a los responsables de la alumna ______ Foster comunicando que la señorita ha violado las normativas de la institución. Tal y como está estipulado en el reglamento, no se toleran los comportamientos violentos e irrespetuosos dentro del establecimiento. Por lo mismo, este escrito representa la última advertencia, de continuar así se tomarán medidas drásticas y se le aplicará una sanción luego de acordar el plazo en la que será la misma. Desde ya se anticipa que ante cualquier consulta se pueden acercar a la oficina del directivo. Muchas gracias.

Solté una risa sarcástica al leer ese muchas gracias que resultó bastante irónico para mí. El sentido de agradecer estaba en la satisfacción de verme ser reprendida injustamente. No cabía duda que no me querían en esa institución y por eso se limitaban a rogarles a mis padres para que hicieran algo conmigo. Me contuve a arrugar el papel entre mis manos. Ese lugar nunca me pareció del todo justo ¿Respeto? ¿Cómo una institución podía exigir respeto cuando cualquiera podía despreciarme? ¿Acaso lanzar injurias contra mi condición no era una falta de respeto? Mordí mi labio con enojo y volví a considerar la idea de falsificar la firma. ¿Cuántas veces lo había hecho? Muchas. ¿Y cuántas veces me habían descubierto? Otras cuantas. Ya no confiaban en mí y por lo mismo luego de entregar la nota el director llamaba a mis padres para corroborar la signatura. Allí se estropeaba toda mi falsificación.

Bajé las escaleras con lentitud y me quedé vacilante en la puerta de la cocina con la dichosa nota entre mis manos.

-Cariño pasa, el desayuno está casi listo- espetó mi mamá al verme.

Desvié mi vista a la mesa y visualicé a mi padre sentado en la punta mientras trabajaba en su computadora con concentración.- Hola ___- me saludó presionando la tecla enter como si fuera la clave para hacerme desaparecer. Porque probablemente era lo que él indirectamente quería.

-Hola- musité mientras me acercaba a la otra silla.

-¿Cómo dormiste?- preguntó mi madre con falsa dulzura acercándome una taza humeante.

Con disimulo, doblé el papel en mis manos mientras las mantenía debajo de la mesa- Bien...- susurré nerviosa al notar que el papel había hecho un ruido horrible en el silencioso comedor.

Las agujas del reloj sonaban con insistencia como si me estuvieran apurando. El fastidioso tic tac me estaba alterando. Tenía unos cortos minutos para lograr que firmaran la nota, otro minuto para tomar un sorbo de café y segundos para salir corriendo y llegar a la parada.

Alcé mi cabeza en su dirección para comenzar a hablar pero revolví mis manos con nerviosismo al recordar las palabras de mis padres.

Él dio un golpe sordo sobre la mesa provocando que las tazas se hicieran trizas en el suelo. Me encogí en mi lugar al escuchar el ensordecedor ruido y comencé a temblar perturbada.

-¡Si vuelve a ocurrir algo como esto juro que te mandaré a un maldito internado!- exclamó encolerizado agitando el papel en el aire.

Lagrimas desconsoladas corrían por mi rostro y terminaban en mis labios dejándolos húmedos. Agaché la cabeza temiendo alguna cachetada y asentí impidiendo que mi voz entrecortada se hiciera oír. Temí que su enojo lo encegueciera más de la cuenta y lo llevara a saltar la mesa para golpearme porque sabía que él era muy capaz. Temí que contaminara mi espacio con sus asquerosas manos. Por ese mismo motivo mi madre tuvo que tomarlo por los brazos para retenerlo y no ser testigo de una posible atrocidad.