Una chica tímida y reservada, se comparte con pocos. Le gusta estar sola porque al fin y al cabo sólo se tiene a ella. —este es mi pensamiento de todos los días—Iniciaba un nuevo año, yo una chica de 16 años temo de los cambios que me esperan. Es mi primer año de diversificado, es la primera vez que soy nueva en un lugar, estoy ansiosa. Sé que conoceré nuevas personas, nuevos profesores, será un nuevo ambiente. En resumen, mi vida ha cambiado totalmente.
"esta es una oportunidad para iniciar de cero ." —Pensé, tratando de ser positiva— aunque tenía presente que la vida es una maldita, las cosas nunca son sencillas y cada vez que crezco deseo volver a mis viejos aposentos en donde abitaba una niña extremadamente feliz que y su única preocupación era velar por su diversión. Los primeros días en el colegio fueron más exitosos de lo que pensé, (aunque detesto no tener buenos temas de conversación), siempre he tenido problemas para socializar ya tal vez el no creer en mí misma me ha hecho muy callada, todo este tiempo he preferido guardarme mis comentarios y ser sólo la que observa pero ¡ya no más! me he cansado de esto, toda mi vida me he sentido como una mancha en la pared, como el pelo de la sopa ¡ya no más!. El hecho de que mi madre tenga un matrimonio fracasado no me hace inútil, el hecho de que yo no haya estado en los planes de mi madre, no me hace invisible y no puedo seguir aparentando de que lo soy, porque sólo con el hecho de estar viva sé que existo y debo dar a conocer eso, no sólo con mi presencia, quiero dejar una huella en el mundo y que digan "oh, si claro Ari. Una chica de esas que dejan una marca en tu vida". Si eso quiero, quiero hacer algo más que respirar, alcanzar y sobrepasar mis sueños. Llevarlo todo al límite y hacer que un día la humanidad vuelva a ser humanidad. Porque dejó de serlo cuando las personas comenzaron a creer que nuestro único propósito es poseer y adquirir bienes, esas son patrañas.
Hice muchos amigos a pesar de mi inestabilidad personal (la cuál trato de mejorar), mi grupo de clase es muy unido con tan pocos días de conocerse, todos se apoyan mutuamente y eso me gusta. Entre mis compañeros hice a dos amigas en especial: Leila y Cristal, son de esas personas únicas que cuesta encontrar. —Con ellas me llevé bien al instante.— Mi nombre es Ari, entre todos yo soy la más silenciosa del salón, la chica callada e inocente que aún no se atreve a salir al mundo a hacer eso que se le diría "vivir verdaderamente". Muchos describen mi rostro como el de una niña, con unas pequeñas pecas que no se notan a distancia, a través de mi piel pálida se notan mis disimuladas pero a la vez grandes ojeras, mi cabello es largo y lacio, lo llevo atado siempre con una cinta. Todo en mí es sutil.
Ya ha pasado un mes desde que empezaron las clases y el día de hoy mis amigas me animaban a que venciera esa timidez y entre bromas le advirtieron de todas las calamidades que me caerían encima si no me soltaba un poco.
—Cristal advertía—está científicamente comprobado que las tímidas viven quince años menos que el resto.
—Leila le siguió el juego y riendo exclamó—según estudios de Harvard si a los 16 años no has vencido la timidez tienes un altísimo riesgo de volverte peluda.
Yo sólo sonreía ante las bromas de mis amigas y les prometí: —¡amigas, un día de estos les doy la sorpresa!—
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Los que ya cursaban segundo año de diversificado comenzaron a relacionarse conmigo, yo me sentí cómoda con ellos y comencé a hablarles (al fin decidí romper con esa ridícula timidez) —es hora de dejar de ser tan aburrida—me repliqué—. Entré al aula de los graduandos y de repente un muchacho tropezó conmigo.
—¡Ay qué tonta! Eso me pasa por andar soñando despierta ¡lo siento!—exclamé—
—¡fue mi culpa! Yo me disculpo ¿te lastimé? no nos conocemos, mi nombre es Zac—dijo levantando mi cuaderno.—
—Estoy bien gracias, un gusto Zac. Mi nombre es Ari —dije mientras tomaba mi cuaderno.
yo levanté mi mirada y se cruzó con la de Zac, quedé admirada; él era atractivo, tenía una sonrisa como para ser modelo en anuncios de alguna pasta dental o quizá para destacar en algún catálogo, su sonrisa relucía. Además tiene unos ojos color miel que penetran al verlos.
—no hay de qué. Un gusto Ari, tu nombre es muy hermoso —se sonrojó.—
No podía creerlo, en ese momento acababa de ver como un chico se sonrojaba ¡y era por mi causa! nunca antes un chico se ha sentido así ante mi presencia.
—Será un año interesante, me gusta como está iniciando— pensé.—
— ¡Así que ya conociste a Zac!—Exclamó una voz lejana.
era Dilan un graduando con el que me relacionaba muy bien.—Ari no hables con él, más bien ¡ni te acerques! es mala influencia.—Dijo en tono burlón.
— ¡hey! No es así.—Dijo Zac un tanto ofendido.
— ¡estoy bromeando! Ari, te llevarás muy bien con él; lo sé. —Se volteó y salió del aula.
—no te preocupes Zac, sé que Dilan tiene mal gusto en molestar.
—no quiero que pienses mal, acabas de conocerme.— dijo pasando su mano sobre su cabello y sonriendo sutilmente.
—no me diste una mala impresión, tranquilo. — Dije pérdida en su sonrisa, no pude evitarlo.
—¡eso me gusta! hey, ¿puedo invitarte a comer? Iba a eso justo ahora, ¿me acompañas?
— ca... claro, me encantaría —estaba sorprendida, no pude fingir mi pena.—
desde ese día la pasamos muy bien conversando, nunca me había desenvuelto tan bien con una persona, de inmediato.
Hubo una conexión entre nosotros. Zac siempre me buscaba ya sea en hora de receso o en la salida y si no era así yo hallaba la manera de hablar con él para pasarla bien, por desgracia él era de esas personas mega interesantes que hablaban de las cosas más excepcionales y eso lo hacía todo de color de rosa, es un gusto discutir con personas de mente abierta. Pasaron los meses, y así pasaron los días. Llegó abril y con Zac retomábamos más confianza. Él me hace sentir única, pero sobre todo especial. Me decidí a conocerlo más, llegaba cada día que podía y hablaba con él y sus amigos, él me ayudaba a deshacerme de esa horrible timidez con la que toda mi vida he luchado, con él me siento segura. cada vez que pasábamos más tiempo juntos yo sentía más atracción, tenemos muchos gustos en común, Zac es gracioso y yo me la paso realmente bien con él. Cada vez que podíamos cantábamos juntos, le gusta tocar la guitarra y a mi me fascina cantar, nunca he cantado con alguien y por alguna razón me sentí cómoda con él, hacemos buen equipo.Zac siempre me hacía cumplidos, es muy adorable y atento conmigo. Pero creo que nunca podré entender si le gusto o no.
Nunca he sentido semejante cosa hacia una persona, soy nueva en esto. Toda mi vida he sido la chica invisible, en la que nadie se fija, se supone que soy la típica chica aburrida y rara, a donde sea que voy siempre es así.—este año es para cambiar, no quiero ser más la rechazada ¿alguien al fin se estaba fijando en mí? ¿me gusta? ¿le gusto?— pensé.
—¡TENGO MIEDO! ¿ACASO ESTOS SENTIMIENTOS CRECERÁN MÁS? ¿QUE SE SUPONE QUE DEBO HACER?— grité, estaba sola en mi habitación.
millones de dudas me invaden, le tengo miedo al rechazo, anteriormente ya fui lastimada, por mi mejor amigo (para ser precisa), a mi me gustaba mucho y lo callé durante bastante tiempo, cuando al fin me decidí a decírselo él no se lo tomó bien y no sólo eso, él dejó de hablarme (nuestra amistad se arruinó, se... acabó). Con eso ya había iniciado con una mala experiencia en el "amor". —si así se le puede llamar a algo que sólo te causa más daño que felicidad...
Desde ese entonces yo me siento vulnerable hacia cualquier chico, me volví una persona que se encierra en sus pensamientos, a mi me cuesta desenvolverme, no soy social y si lo intento fracaso, soy... un ser solitario. Ahora con Zac todo esto es diferente, me siento aceptada y amada a la vez. Pero si le cuento sobre mis sentimientos a él posiblemente no se lo tome bien, estaría poniendo en juego nuestra amistad y no quiero eso.—¿como saber si es amor? ¿qué es el amor exactamente?— no lo sé.
—¡Maldición! —Exclamé en mi mente.
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la chica de las mil y una máscaras (Not Another Happy Ending)
Teen FictionAri es como la luna, tiene dos caras es luz y oscuridad, es felicidad y tristeza, es victoria y derrota, ES VIDA Y MUERTE. Es caos, es control que lleva al descontrol. ES COMERSE AL MUNDO Y ES EL MUNDO COMIÉNDOSELA A ELLA. Ella es muy ella, me exp...