El silencio me ponía a prueba.

15 1 0
                                    

El silencio siempre fue mi amigo. simplemente no entiendo a las personas que necesitan estar en un ruido constante, no encuentran jamás la paz mental que buscan, porque el silencio no les sirve de aliado para acomodar sus ideas, les sirve de enemigo declarado para poner aprueba sus cabezas llenas de basura.

Hoy, el silencio me ponía a prueba. La necesidad me invadía como una enfermedad venérea comiendo mis órganos sin parar, como el ácido que avanzando lentamente destruye cada cosa a su paso. Ella no estaba y yo me hundía. Las cosas que me rodeaban prácticamente no existían, se veían como bultos sin forma alguna, tenía los sentidos nublados y la mente cansada, el cuerpo debilitado sin ganas de mover ni siquiera un dedo. Arrinconado contra la pared, bebiendo whisky como un alcohólico mientras observaba la ciudad desde mi ventana. Había intentado llamarla, pero no respondía.

La obsesión había pasado a otro nivel, con ella nunca sabía lo que iba a pasar, solo tenia celos y necesitaba tocarla para sentirme yo de nuevo. Simplemente me hacía sentir, como cuando te despiertas muy temprano en las mañanas, hundido en la comodidad de las sabanas y en el calor de la cama. Como cuando abres los ojos en una habitación iluminada por la tenue luz que se mete atreves de las cortinas. Y sientes calma al escuchar a lo lejos el sonido de la ciudad que está despertando, porque todo sigue ahí. Como cuando despiertas al lado de su espalda desnuda, respirando el olor de su cabello. Sintiéndote seguro, porque ahí, es el lugar donde quieres estar.

Nunca imaginé que me vida se iba convertir en una película, o un trágico caso de depresión, seguramente un terapeuta lo diría, necesitaba encontrar una solución. En un intento desesperado por entender, por buscar una respuesta al misterio que representaba Mia, le deje un mensaje de voz a Carmela, a quien había ignorado en numerosos intentos por comunicarse.

-Hola... siento no haber respondido tus llamadas... oye necesito hablar contigo...- mi voz temblorosa se detuvo con una imagen horripilante de mí mismo en el reflejo de la ventana.

El escepticismo en mi había desaparecido, desplazado por la desesperación de aferrarme a algo más que Mía, comenzaba a pensar que había perdido la cabeza y se abría la posibilidad.

Es posible que algunas leyendas sean ciertas?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 29, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Obsesión (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora