Dos Eras, Un Solo Amor

Capítulo 15

Pasaron los meses y el embarazo de la reina iba muy bien, Atem se sentía contento de ver como el vientre de su mujer estaba cada vez más grande y Teana se cuidaba ya que se acercaba el momento de dar a luz.

-Majestad, hay algo que debo decirle, es urgente-dijo Mahad inclinado ante el Faraón

-¿Qué sucede?

-Recientemente hemos descubierto que hay sobrevivientes de la aldea de Kurelna rondando por el pueblo con deseos de vengarse de usted

-¿De mí? Pero yo no tengo nada que ver con lo que sucedió en Kurelna, fue mi padre el que destruyó esa aldea

-Lo sabemos pero es muy probable de deseen vengarse contra usted porque su padre ya murió, y quizá quieran hacer algo contra la reina o su hijo

-Eso no lo permitiré-dijo Atem decidió y levantándose de su asiento-A partir de ahora refuerza la seguridad en el palacio y que nadie entre ni salga si no es inspeccionado completamente

Desde ese momento la vigilancia fue extrema, Atem temía por la vida de su familia y quedaba poco tiempo antes de que naciera su bebé

-¿Será cierto eso de la aldea de Kurelna?-preguntó Teana

-Sea cierto o no, no puedo arriesgarte y menos ahora que darás a luz pronto

-¿Qué sucedió con la aldea de Kurelna?

-Hace muchos años mi padre la mandó a destruir ya que era un pueblo lleno de ladrones y criminales pero parece que quedaron algunos sobrevivientes

-No es justo, tú no tuviste nada que ver con eso, no deberían atacarte si fue tu padre quién lo hizo

-Lo sé pero nunca falta alguien que busque dañar a otros

-Ahora menos podremos salir del castillo con todo esto

-Lo prefiero, quiero que te quedes aquí segura

-No te preocupes, no pasará nada

Atem se acercó a Teana, la beso en los labios y la abrazó, ella le correspondió y quedaron unidos largo rato, se amaban mucho como para perderse ahora que estaban juntos.

Llegó el día, Atem estaba fuera de la habitación y escuchaba como los médicos reales atendían a su mujer, desde adentro se oían los gritos y pujidos de la reina mientras trataba de dar a luz, los doctores la apoyaban y animaban a seguir pujando. Atem no dejaba de dar vueltas acompañado de Mahad, se reflejaba en su rostro la preocupación de lo que fuera a pasar

-Faraón, no se preocupe, está en buenas manos

-No puedo evitarlo, es mi primer hijo

Teana gritaba y pujaba, sentía dolores de parto, escuchaba las voces de los doctores hablándole, poco a poco fue sintiendo como se asomaba la cabeza de su hijo y después el cuerpo fue saliendo y escuchó el llanto de este.

-¡Es un varón!-dijo uno de los doctores cargando al bebé

Teana comenzó a respirar más relajada mientras limpiaban a su hijo y después se lo entregaron en brazos, Atem entró entonces y sonrió al ver a su mujer y su niño, se acercó a ellos

-Fue niño

-Al fin tenemos un heredero

Atem cargó al niño y después se acercó a su mujer, se lo entregó nuevamente y se tumbó al lado de ella viendo a su hijo

-¿Cómo le pondremos?-preguntó Teana

-¿Te parece Seto?

-Sí, me gusta