Dieciséis

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Los chicos ya habían aterrizado en un hotel en Londres. Rápidamente ya querían ir y visitar la ciudad petición que les fue negada pues antes de todo harían soundcheck en el recinto donde su concierto había sido programado.

Se les dio la indicación de descansar pues serían unos días exhaustivos los que iban a continuación pero Alexander no podía ni cerrar los ojos. ¿Qué hacer cuando no se puede dormir? ¡Oh claro! Ir a la habitación de Robert Hardy y pedirle hablar de sus problemas.

Sin tocar siquiera antes, Alex entró a la habitación de su rubio amigo, mirando firmemente al piso.

-No puedo, Bob. No puedo hacerlo –Dijo

Bob se pasmo al verle entrar de esa forma. El bocadillo que iba ingresar a su boca debía esperar.

-¿Qué demonios, Alex? –Replico- ¿No puedes hacer qué?

-Descansar –Respondió ecuánime- ¡No puedo con Eleanor y Michael en mi cabeza!

Bob hizo ojos de huevo llevando su mano hacia su sien.

-¡Hablamos todo el vuelo de ello! –Se quejo

-¡No es suficiente!

-¡Sólo debes dejar a uno de los dos! Es tan fácil como eso.

-¿Es qué no lo entiendes? –Alex bufo- ¡Soy Alex Kapranos, líder de Franz Ferdinand! ¡Las chicas mueren por mí y mi varonilidad!

-Alex, la varonilidad no está peleada con ser homosexual, ¿Sabes?

-Ay, Bob –Suspiro enternecido- Ojalá todos pensarán como tú, pero lamentablemente no es así ¡Así que di cosas razonables!

-¡Alex, por un carajo tú ni siquiera eres gay! –Bramo el rubio empezando a salir de sus casillas- ¡No tengo ni puta idea de lo que seas pero son tus asuntos! –Alex se quedó impresionado, ¿Robert Byron Hardy le negaba su ayuda? ¡¿Qué?!- ¡Tus asuntos maricas o no maricas no me conciernen a mí. Sabes perfectamente que debes hacer, no comprendo por qué no lo haces y actúas como un mocoso de quince años, ¡Tienes treinta y tantos! –Suspiro exasperado- Incluso Michael actúa más maduro y consciente que tú.

Kapranos no podía dedicarle otra mirada más que la de confusión.

-¿Hablas en serio, Bob? –Preguntó aún

-Sólo márcale y dile algo lindo, ¿Quieres? –Inquirió Hardy exasperado.

-¡Gran idea, Bobby!

*****

La sonrisa que Michael había jurado olvidar la estaba viendo nuevamente frente a él en la mesa doce del pub Virgins. Y vaya que no había cambiado en nada.

-He oído sobre un tal Alex Kapranos –Dijo GeanCarlo fuertemente, yendo al punto que realmente le interesaba tocar- ¿Un cantante? –Michael acepto moviendo la cabeza

Justo en ese preciso momento al pub se le ocurrió poner el álbum de los escoceses a todo pulmón por las paredes y pasillos del lugar.

Michael sólo miraba al suelo con el sorbete sobre sus labios. No hablaba demasiado por temor a hablar de más o decir algo no indicado en el momento.

-Sí –Musito GeanCarlo oyendo detalladamente la melodía-, Franz Ferdinand, la banda del momento

-¿Ahora qué sucede con Franz Ferdinand? –Interrogó el castaño subiendo su mirada hacia la del pelirrojo.

-Vaya –Dijo GeanCarlo sorprendido por el tono de Michael-, sólo me apetecía hablar sobre el indie rock y te molestas

-Escucha, GeanCarlo, si no he hablado mucho hoy es porque no tenía mucho interés en verte. Sí estoy aquí es por Sonietta, ella lo arreglo

-¿Y no podías decir simplemente no? –Replico el pelirrojo con una sonrisa torcida- Además, ¿No soy una compañia agradable? Hablar de una banda...

-No me importa hablar de Franz Ferdinand –Irrumpió exhausto

-¿Por qué? - Se acercó poniendo los antebrazos pegados a la mesa- ¿Por qué tu novio es el vocal...

-¡Cállate! –Vocifero el castaño

-Ah –Sonrió triunfante con unos hoyuelos pequeños remarcarse en sus mejillas- ¿Sales con Alex Kapranos?

-¿Eso a ti que te puede importar? –Interrogo ofuscado.

-Vaya –GeanCarlo se hizo para atrás al respaldo de la silla. Dio un suspiro moviendo el mechón de su flequillo- Y pensar que hace menos de un año me amabas a mí. Que rápido se te ha olvidado lo que tú significaste para mí, Michael.

Michael frunció quedamente el entrecejo para luego formar una línea recta con sus labios y sus cejas. Su mirada esta absuelta en recuerdos que le llegaron en un golpe doloroso.

-Y ahora declaras tu amor a un sujeto griego que sale con una tal...

-¡Eso no te importa! –Lo irrumpió molesto- ¡No olvido lo que pasamos, GeanCarlo, pero tampoco iba a esperarte tanto tiempo ni iba a llorarte! –Tomo un suspiro hondo tratando de calmar su frustración o ansias- Así lo que ocurra en mi vida no debería importarte más porque tú y yo...

Y en un arranque de desesperación –Y quizá por deseos de ya no querer escuchar al chico- GeanCarlo lo tomo bruscamente y le planto un beso.

Michael no sabía qué hacer.

¿Detenerlo? ¿Seguirlo? La gente seguía su curso. Un beso entre hombres, vaya. Ya nada sorprendía a la gente, una cosa que Alex no era capaz de comprender.

Y no lo detuvo.

-¿Acaso Alex es capaz de hacerte sentir esto? –Murmuro el pelirrojo mordiendo los labios del contrario.

-Ba-basta –Tartamudeo sin saber a dónde ir... ¿Ir a sus brazos?

GeanCarlo se detuvo y lo miro directo a los ojos.

-¿En serio quieres que me detenga?

Michael trago saliva. Las horas, los minutos, los segundos, los días, los años, la gente, las palabras,... Ya nada funcionaba en su mente. Sólo estaban él y GeanCarlo en ese plano. Y sólo importaban ellos.

¿Alex? ¿Quién es Alex?

-No 

Contesto finalmente.


Michael | Franz Ferdinand FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora