TOC, TOC NEIGHBOUR!!

Querido Cliente Frecuente

No estoy seguro de en qué día con exactitud, comenzó todo. Sólo sé que era domingo por la noche y a la mañana siguiente tenía un exámen importante para el que obviamente no había estudiado ni un carajo, pero milagrosamente, como todos, logré aprobar.

Estaba a una hora de terminar mi turno e irme a dormir como un bebé, pero no, un sujeto alto entró y recorrió mi cuerpo con la mirada en un sólo segundo, luego fue hasta las sopas instantáneas y compró un par.

—¿Tienes queso?

—Ehm… sí, claro.

—Me gustan con queso.

—¿Quiere que prepare ambas de una vez?—evité su comentario.

—Pues sí, si no se te va a enfriar. —dijo entre dientes.

¿Para mí? Fruncí el ceño pero no dije nada e hice lo que me pidió.

Le puse más queso a su ramen y los llevé hasta donde había tomado asiento mientras revisaba algo en su celular.

Dejé los recipientes en silencio y cuando iba a volver a la caja chasqueó la lengua.

—Te dije que se te va a enfriar, siéntate.

—Pero estoy en turn…

—No me importa, siéntate. Hoy tuve un mal día, necesito alguien que me escuche quejarme de la vida al menos por tres horas.

—Peero yo…

—Vecino, sólo hazme ese favor, al parecer hoy todos mis “amigos” —enfatizó esta última palabra —decidieron dejarme solo, eres lo único que tengo.

¿Vecino? ¿Quién diablos es éste sujeto?

—Y mi nombre es Chanyeol, eres el hijo de la señora Do ¿no?

—Ehm sí…

—Lo sabía, mira ¿Por dónde inicio?

—Deja…

—No, mierda, te dije que te sientes.

Hoy el agua me salió fría en la ducha, luego al terminar, noté que olvidé la toalla y tuve que salir desnudo hasta mi habitación pero como mis pies estaban mojados, me caí y casi me rompo la nariz. —me reí hasta que puso mala cara y en un segundo comenzó a reír alto —Cuando iba de camino a la plaza donde tendría “una cita” alguien me echó encima su café y manchó mi camisa, llegué tarde y sudoroso porque el autobús en el que iba se descompuso.

¿Sabes qué más me pasó? —negué con la cabeza —La chica con la que tenía la cita estaba con otro.

Mi expresión antes divertida cambió de inmediato, pero él siguió riendo y pude notar que su camisa estaba arruinada por el café seco, que mientras sorbía el caldo de los fideos su nariz moqueaba, tal vez por el frío o el picante, quizás porque estaba por ponerse a llorar.

—Llamé a Sehun, pero el cabrón estaba con quién sabe quién y me colgó.

—¿Oh Sehun?

—El mismo, ¿Lo conoces?

—Iba conmigo en la secundaria  

—Oh, yo también iba a esa misma pero en un grupo distinto.

—Oh…

—¿Cuál es tu nombre?

—Kyungsoo.

—Do Kyungsoo, de ahora en adelante saldremos juntos.

—¿Qué?

—Seremos amigos.

—Pero no te conozco…