Las alas del ángel - FANFIC de SESSHOMARU

Capitulo 1: El encuentro.

Un día un ángel llamado Sesshomaru estaba sentado en una roca, esperando aque su hermano Inuyasha llegara para ir al paraíso de Inu no Taisho. Estaba cansado de mirar a los lados en su búsqueda por lo que comenzó a mover su piescon intensidad, mordiéndose los labios al darse cuenta de que había sido plantando.

–¿Dónde rayos esta ese idiota? –Murmuro descontento mientras se levantaba de la piedra con forma redonda– No planeo esperarlo por siempre, me voy de aquí.

Disgustado con el otro peli plateado se marcho del punto de encuentro, caminando por el profundo bosque con la intención de sentirse mejor. Él era un ángel responsable, siempre estaba atento a sus labores y culminaba todo con tiempo desobra, se suponía que ese día debían de ir por un nuevo encargo al palacio del gran Inu no Taisho; su padre por cierto.

Observo el paisaje con pesar y medito por varios segundos la idea de irsolo al encuentro, luego de eso suspiro. No podía aparecerse sin Inuyasha sinninguna razón, su padre los mataría a ambos por culpa del menor.

"¡Ayyyyyy!"

Un grito lleno de horror lo saco de sus vacilaciones y como guardián de la zona oeste corrió hacia la fuente de aquel sonido encontrándose con una chica de cabello azabache y piel nívea. Sus ojos ambarinos se quedaron pasmados al ver semejante belleza en un solo ser mientras ella le regresaba la mirada llena de miedo, luego el movimiento asqueroso de un espectro lo regreso a la realidaddonde se encontraban.

Saco su espada sin meditarlo más y de un solo movimiento desapareció a aquel demonio del abismo, la sangre poco a poco se fue desintegrando dejando en el lugar un pequeño rastro de humo morado. Ambos volvieron a mirarse, esta vez con más interés que antes.

Sesshomaruse acerco a la chica con curiosidad de saber quien era, olía levemente como los humanos pero su aura era distinto a los de ellos.

–Hola, ¿Cómo te llamas? –Su voz grave era sinónimo de grandeza, la chica sonrió por aquella pregunta a lo que él solo elevo una de sus cejas– ¿Dije algo chistoso?

–De hecho si. No has dicho tu nombre y pareciera que me estas exigiendo el mío –Respondió ella con dulzura.

–¡Oh! Lo siento, no fue mi intención –Dijo algo avergonzado, su padre lo había educado perfectamente pero la belleza de aquella chica parecía hipnotizarlo por completo– Perdona, soy Sesshomaru.

Extendió su mano con seguridad y ella la tomo con suavidad, ambos volvieron a mirarse y sonrieron nuevamente.

–Soy Kagome.

Parecían tener mucho en común; como por ejemplo, Sesshomaru descubrió que ella era una chica humana mitad ángel que caminaba por la zona en la búsquedade su hermana mayor, ese dia estaban de guardia. Ambas protegían de los demonios la zona oeste de su aldea, al ser medio humanos atraían con fuerza a esos seres, de allí el porque Sesshomaru sintiera aquella atracción repentina, solo que él no deseaba comérsela, solo conocerla. Nunca en la vida había escuchado algo similar, pero según lo que la chica le relataba, existía una aldea llena de ellos.

Si eso era cierto ¿Por qué su padre nunca le platico de ellos?

Dejo a un lado la lógica para conversar con ella, parecía que por un instante en su vida había encontrado el lugar a donde quería pertenecer. Sualma se encontraba liberada con solo escucharla y eso le agradaba.

Quería quedarse allí.

–Debo irme... Kikyo debe estar por allí buscándome –Murmuro con pesar la muchacha.

Él la miro con malestar y asintió, no quería que ella pensara que la necesitaba; de hecho, era la primera vez que se veían, seria estúpido si él admitieraaquella sensación.

–¿Podemos vernos mañana? –Pregunto ella, parecía también adivinar sus deseos y eso le facilitaba mucho la situación. Asintió con un movimiento leve y ella sonrió agradecida por su ayuda– De verdad gracias por ayudarme. Espero quevengas mañana.

Se alejo con pasos lentos mientras él la observaba. Ella de vez en cuando se giraba y extendía su mano derecha por encima de su cabeza para despedirse, él se reía por su ocurrencia hasta que finalmente se animo a hablar.

–Adiós Kagome, mañana te esperare aquí.