Misofobia *[SeBaek]

Mysos: Bae

[]

— ¡pecador! ¡Oremos por esta pobre alma nacida del pecado!

— ¡oh señor, ayúdanos a purificar a esta alma con tu gracia divina!

— ¡que suenen las campanas!

.

—se un buen niño, BaekHyun.

— ¡no, aléjate de mí!

—tenemos que purificarte.

— ¡no! ¡Quiero a hyung! ¿Dónde está hyung?

—BaekHyun, estas sucio ¡debes purificarte!

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— ¡basta, me duele!

— ¡tu edad serán las veces que debes ser purificado!

— ¡basta, por favor!

.

Un grito atravesó los tímpanos de JongDae como un rayo. El psicólogo se levantó aterrorizado y corrió hasta la habitación. Desde que regreso con BaekHyun, no había podido dormir y se quedó en la sala mirando tv hasta que el cansancio lo obligo a dormir.

Se acercó a su cama y agarro los brazos de BaekHyun para que este no se siguiera arañando la cara. Ya sería la segunda noche donde las pesadillas del peliblanco lo hacían hacerse daño, ya fuera arañándose o mordiéndose los labios hasta sangrarlos. JongDae había intentado que el menor le contara de sus memorias pero el chico parecía olvidar una vez llegada la mañana.

— ¡diles que ya no me lastimen! ¡Quiero a hyung!

— ¡aquí estoy! — Chen enterró a Baek contra su pecho y se encargó de que su oído estuviera pegado a su pecho, tal y como lo hacía en su infancia. El muchacho reconoció los latidos al cabo de un rato y dejo de gritar.

—h-hyung... — BaekHyun se aferró con todo el temblor de su cuerpo y volvió a dormirse.

Siempre había sido un misterio como se tranquilizaba con los latidos del corazón de JongDae, solo con los de JongDae. Los informes sobre el hospital mental donde tenían al chico de ojos miel, le confirmaron que el menor no se tranquilizó con el abrazo de nadie más y pese al gran daño emocional, aun recordaba a su hyung y al chico de labios bonitos que le había regalado su pingüino de peluche.

Baek tenía escasos 16 años y había sufrido lo de dos vidas. Aun recordaba lo pequeñito que siempre lo había visto con once años de diferencia y lo mucho que lo amaba. Su tesoro estaba roto y quizás nunca lograría recuperarlo.

Aún tenía la leve esperanza que su terapia y su estancia con los chicos en el hospital y el propio SeHun, ayudaran a su recuperación. Ya había visto que no le negaba el contacto a YiXing, Baek seguía aferrado a la idea de que el pediatra de los hoyuelos era un ángel y aunque lo quisiera mucho no podría quitárselo a ChanYeol.

Aun debía averiguar lo sucedido en los seis años donde perdió a BaekHyun. Y en aquel suceso solo podía ayudarlo KyungSoo, el pediatra en jefe había sufrido lo mismo cuando el dulce niño de entonces cabello castaño y nueve años, fue secuestrado por su lunático padre.

Sin una madre que los cuidara de un hombre enfermo de absurdos ideales religiosos, JongDae tuvo que ser el único soporte emocional y económico de BaekHyun. Dinero si tenían pero vivían con el miedo a lo que su padre predicaba y las personas que visitaban su casa cada sábado.