Capítulo 19

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Abrí mis ojos lo más que pude y volteé a ver la puerta. 

El estaba ahí parado, se había quedado asombrado alverme. No iba a dejar de mirarlo y al perecer el tampoco dejaría de mirarme. Su rostro no portaba gesto alguno yel mío de seguro era un espanto. Entrelacé mis dedos intentando darme seguridad para hablar. 

-¿Dónde estabas?-dije temblorosa. Entró del todo a la habitación y cerró la puerta detrás de el. 

-No tengo porque darte explicaciones. 

-Si tienes porque.-le dije. Pasó a mi lado dirigiéndose a la cama. Tenía olor a alcohol.- Johnny.-lo llamé haciendo quevolteara a verme. 

-No tengo que darte explicaciones a ti.-me dijo seriamente. 

-Si que tienes, y las quiero ya. 

-Mira...-me tomó por las muñecas.- primero que nada, tú tienes que darme explicaciones a mí y segundo, NO TEMETAS EN MI VIDA.-gritó la ultima frase y me soltó bruscamente. Respiré hondo intentando calmar mi miedo. 

-Johnny...-dije cuando ya no me miraba. 

-No quiero que me digas cosas que ya se. 

-¿Cosas como que? 

-Y tampoco quiero que me confundas.-me dijo. Regresó su mirada a mi rostro.- Quiero que me expliques. 

-¿Estuviste tomando?-pregunté ignorando lo anterior. 

-¡Eso no viene al caso!-dijo exaltado.- ¿Y que si estuve?-dijo enojado. 

-A ver Johnny...-dije sentándome en el sillón. Me había mareado.- Hablemos como se debe, sin gritos, sin golpes,como dos personas normales.- se sentó a mi lado pero mas alejado de mi cuerpo.- ¿Dónde estabas? 

-Eso no importa. 

-Si importa.-dije secamente. Lo sentí reír con ironía. 

-Entonces te importa. ¿Cierto? Pero no te importa calentarme y luego dejarme solo en la cama. ¿Verdad?- estabacompletamente furioso y se notaba en su mirada y voz. 

-No fue así.-Espera... déjame continuar, aun no acabo.- apoyó sus codos sobre sus rodillas y se pasó las manos por el cabelloalborotándolo. Volvió a sentarse derecho y me miró.- ¿Por qué lo hiciste?-me dijo.- Pensé que habíamosterminado con las venganzas. 

-Y no era una venganza.-dije en mi defensa. 

-¿Entonces por que lo hiciste?-me dijo. 

-Tú empezaste.-me defendí. 

-Pero tú no me detuviste.-agregó. Posó su mirada sobre mis ojos.- ¿Por qué llorabas? 

-Yo te pregunté algo antes.-dije intentando no responderle. 

-¿Qué quieres que te responda?-me dijo histéricamente.- ¿Quieres saber si tome?-me gritó. Asentítemerosamente.- Si, si tomé, y puede que en este momento este algo mareado pero soy cociente de lo que mehiciste, o mejor dicho con lo que me dejaste con ganas de hacer. 

-Johnny no hace falta que me grites. 

-¿Qué no?-dijo elevando la voz. 

-Estamos en un hotel.-le grité.- No vuelvas a elevar la voz o nos sacaran a patadas de aquí.-agregué en un tonomás calmo.

-No me interesa. Es más, nos vamos de aquí.-se levantó del sillón. Volteó a verme.- Levántate del maldito sillón yarma tus maletas. 

-Johnny... 

-_______, tu y tus repetidos "Johnny" todo el tiempo me están hartando. Levántate dije.-gritó. Me levanté del sillón yquedé frente a frente con el.- Ve y arma tus maletas ya.-gritó.

-Pídelo bien.-le dije sabiendo que en cualquier momento iba a pegarme. 

-Okey, ¿Sabes que te la estas buscando? 

-¿Qué cosa?-pregunté mientras tragaba saliva ruidosamente. 

-No me hagas perder tiempo y arma tus valijas.-volvió a gritarme. 

-No Johnny. 

-¿Qué dijiste? 

-Dije...-respiré hondo y hable.- No Johnny. 

-Tu te la buscaste.-dijo levantando la mano. Pero antes de que pudiera accionar fui yo quien le di una cachetadaen la mejilla. Me moví de su lado y cuando el volteó a verme, corrí y me encerré en el baño.- Ya me abres.-dijogolpeando la puerta con fuerza. 

-No quiero.-dije recargando mi peso sobre la puerta para poner el seguro. El seguía golpeando.- Ve a dormir ymañana cuando no estés tomado hablamos bien.-pegué un grito ahogado. 

-Me abres si no quieres que tire la puerta.-dijo. Resbalé hasta el suelo con la espalda apoyada en la puerta,acerqué mis piernas a mi cuerpo y las abracé. 

-Tírala.-dije con un tono bajo de voz. 

-¿Qué dices?-dijo girando la manija, pero nada logró porque estaba con seguro.- Repítelo. 

-¡DIJE QUE LA TIRES!-le grité sin miedo alguno. Sentí que pegó un puñetazo a la puerta. Me acerqué mas a mispiernas y coloqué mi cabeza sobre mis rodillas.- Si la tiras, me haces daño, estoy sobre la puerta.- volvió a dar unpuñetazo sobre la madera. Debo aceptarlo, tenía mucho miedo.No volví a pronunciar palabra alguna, el tampoco lo hizo. Inconscientemente mis ojos se cerraban, pero no podíaquedarme dormida, estaba apoyada sobre la puerta del baño y detrás de esta, estaba Johnny borracho.Desperté con dolor de cabeza y columna, me hice hacía un costado y caí golpeándome contra el suelo. 

-Mierda, olvidé que no estaba en la cama.-murmuré tallando mis ojos con mis puños.Me puse de pie y pegué mi oído a la puerta, no se escuchaba absolutamente nada. Con cuidado de no hacer ruido,rodé la llave y quité el seguro de la puerta, abrí lentamente. La cama estaba vacía, caminé en silencio, sentí unruido y volteé a ver. Johnny estaba durmiendo contra la pared al lado de la puerta.Su camisa celeste a medio desprender, su cabello revuelto y sin zapatillas, estaba totalmente desastroso. Sus ojosestaban cerrados y su rostro en paz. Me acerqué un poco a el y me senté en frente suyo. Esperé unos minutos aque abriera los ojos pero me cansé y me decidí a pedir el desayuno. Me puse de pie y lo mire una vez mas. Dimedia vuelta y sentí su voz ronca. 

-No te vallas.-me dijo. Volteé a verlo y vi como abría sus ojos con cierta pesadez.- Por favor.- dijo casi suplicando. 

-Voy a pedir el desayuno.-le informé temerosamente. No había olvidado lo de la noche anterior y como habíaquerido pegarme. 

-No lo pidas.-me dijo. Ignorándolo volteé de nuevo y me senté en la cama junto a la mesa de noche, tomé elteléfono.- No lo pidas.-insistió. Lo miré. 

-Tengo hambre.-dije. Se puso derecho e hizo una mueca de dolor.- Me pediré solo para mi.-le advertí viendo comose ponía de pie. Tenía miedo de que me quisiera pegar por esto. 

-Pero no pidas nada, ni para ti, ni para mí, ni para nadie.-dijo dirigiéndose a la cama. Respiré hondo conteniendoel miedo. Se tiró sobre la cama, boca abajo, volteó la cabeza y me miró.- ¿Puedo llevarte a desayunar? 

-No Johnny, no quiero.-dije. Sabía que me estaba por ganar un golpe. 

-¿Por qué no? 

-No tengo ganas de salir, aparte solo mírate, estas hecho un desastre y tienes un olor a alcohol que no se soporta.  

La bella y La bestia (Johnny Depp y tú) -ADAPTADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora