Capítulo 23

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 Cuando salí del baño, Johnny no estaba en la habitación. Aproveché para buscar algo que ponerme. Un vestido azulcon unos tacones negros. Entré en el baño para secarme el cabello y maquillarme, sentí la puerta de la habitacióncerrarse. 

-¿Johnny?-pregunté intrigada. 

-Si, soy yo.-gritó desde alguna parte de la habitación.- ¿Ya estas?- entró en el baño. Lo vi a través del espejo y lesonreí. Camisa blanca y pantalón negro. Sexy. 

-¿A dónde estabas?-pregunté mientras cepillaba mi cabello. 

-En recepción.-dijo mientras observaba mi rimel.- ¿Para que sirve este palo?-lo había abierto. 

-Primero, no es un palo.-reí y se lo saqué de la mano.- Y segundo, se usa para pintarse las pestañas y alargarlas.-ledije. Me sonrió. Comencé con el maquillaje mientras el posaba su mirada en mis acciones.- ¿Qué hacías enrecepción? 

-Ese invento es una perdida de tiempo.-dijo mirando como colocaba el rimel. 

-Johnny, tienes cerebro de primate.-le dije. Rió con gracia.- Dime, ¿Qué hacías allí abajo? 

-Ah, me llamaron porque faltaba un florero y lo tuve que pagar.-me dijo. Me sonrojé.- ¿Sabes quien pudo haberloroto? 

-Perdón, estaba enojada. 

-No te preocupes.-dijo desinteresado.- Ya me aburrí. 

-Okey, déjame que termino con el maquillaje y nos vamos. 

-Okey.-salió del baño y se tiró en la cama.- ¿Por qué te maquillas?-gritó. 

-Para verme linda. 

-No necesitas el maquillaje.-dijo mientras jugaba con un almohadón. Sonreí frente al espejo.- Yo creo que eso esuna perdida de tiempo. 

-¿Por qué lo crees?- tomé mi cepillo de dientes y la pasta dentífrica. La coloqué sobre el cepillo y comencé acepillarme. 

-Porque la mujer mas bella siempre es la mas natural.-dijo. Enjuagué mi boca para responder. 

-A veces me sorprendes Johnny.-dije apagando la luz del baño para salir.- Listo, vamos. 

-Al fin.-dijo levantándose de la cama.- Ya me estaba poniendo nervioso.Me coloqué unas gotas de perfume, tomé mi bolso y salimos. Llamé el elevador mientras Johnny cerraba la puerta dela habitación. Bajamos hasta la planta baja y salimos del hotel. 

-Por aquí se estacionan los taxis.-dijo mirando a lo lejos.- Ven aquí.-tomó mi mano mientras me encaminaba hacíadonde estaban los taxis.Subimos a uno. Johnny le indicó a donde íbamos. Como de costumbre, yo desconocía las calles, pues claro nunca enmi vida había salido de Nueva York.Mi mano reposaba sobre mi pierna, y sobre esta, la mano de Johnny, quien brindaba pequeñas caricias a mi reciénencremada piel.Observé el camino a medida que el automóvil avanzaba. Calles, parques, gente andando por allí. De seguro era elcentro de la ciudad. Las estrellas dispersas por el cielo y una hermosa luna que hacía contraste. Sonreí, al parecer Johnny lo notó. 

-¿En que piensas?-preguntó risueño. 

-En nada.-dije aun observando el lugar.- Es todo muy lindo. ¿No crees? 

-Claro que si.-suspiró para llamar mi atención. Deje el paisaje de lado y le dediqué mi mirada.- ¿No habías venidonunca?-preguntó curioso. 

-Nunca.-dije mientras arreglaba el pinta labios en mi boca.- ¿Tu si? 

-Si.-contestó cuando el auto se detuvo.- Podemos seguir la platica en la mesa.-me sonrió.- ¿Cuánto es?-lepreguntó al taxista. 

-$14, 45.-respondió mirando el aparato digital. Johnny sacó su billetera y le pagó. 

-Muchas gracias.-dijo abriendo la puerta.-A ustedes. Que disfruten.-agregó el hombre.Baje detrás de Johnny, a solo segundos de cerrar la puerta, el taxi retomó su camino. Johnny tomó mi mano, haciéndomedar cuenta de que estábamos frente a un hermoso restaurante. 

-Wow, ¿aquí cenaremos?-pregunté atónita. Me miró y sonrió. 

-Exacto, no sabes lo que me costó conseguir para poder cenar aquí, así que espero que te guste. 

-Por ahora, me gusta el lugar, veamos que tal la comida. ¿Ah?-le sonreí, me devolvió el gesto. Entramos y unhombre de traje nos dio la bienvenida haciendo una elegante reverencia. 

-Buenas noches. ¿En que les puedo servir?-preguntó el hombre. 

-Buenas noches. Tenemos una reservación a esta hora. 

-Apellido.-dijo el morocho mientras sacaba una libreta. 

-Depp.-contestó Johnny.- Mesa para dos. 

-Si, aquí esta.-dijo sonriente.-Los acompaño.-Nos condujo hasta una pequeña mesa de a dos.- Que disfruten lavelada.-agregó antes de irse.Nos sentamos uno frente al otro. Minutos después un mozo dejó el menú sobre la mesa y se retiró. 

-¿Qué vas a pedir?-me preguntó mientras buscaba algo para cenar. 

-No lo se.-dije pensativa.- Es que todo es tan elegante.-agregué.- ¿Tu que pedirás? 

-No lo se.-dijo pensativo.- ¿Has comido algo de esto?-preguntó arqueando una ceja. 

-No.-reí. Que poca cultura.- ¿Tu? 

-Yo si, pero muy pocas. ¿Pedimos algo para compartir?-preguntó. 

-Claro. ¿Algo como que?-levanté mi mirada para encontrarme con sus ojos color café mirándome. 

-Mmm... ¿Pechugas de pollo a la gordonblue? 

-¿Ah?-levanté una ceja.- ¿Qué es eso?-pregunté casi en un grito. 

-Baja la voz.-rió.- Es pollo.-me explicó, asentí.Mientras hablábamos el mozo que antes había dejado el menú sobre la mesa, nos tomó el pedido. Luego trajo lasbebidas y más tarde la comida. 

-¿Te gusta?-preguntó mientras pinchaba de su plato. 

-Si, esta bueno.-le sonreí. 

-Me alegro.-me devolvió la sonrisa.- Bueno...- si, estaba nervioso. Pero... ¿Por qué?-Bueno...

-repetí graciosamente.- ¿Qué quieres decir?-pregunté.- Si tienes algo que decir, dilo, sin rodeos. 

-Mejor te dejo comer tranquila y luego lo hablamos.-me dijo. Arqueé una ceja. ¿Qué estaba pasando? 

-Dime... puedo comer y hablar a la vez. 

-Okey, no es de lo que quiero hablar pero creo que debemos.-me dijo. No comprendí. 

-¿Entonces?-lo incité a seguir. 

-La boda.-dijo. El pollo que pasaba por mi garganta se quedó atorado.Es que no quería pensar en eso, solo quería que ocurriera de una buena vez y ya dejar de pensar en lo que vendríaluego, la luna de miel, mi peor pesadilla, Johnny y sus fantasías sexuales  

La bella y La bestia (Johnny Depp y tú) -ADAPTADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora