-Buenos días señor y señora Depp.-dijo el chico de recepción. Johnny se acercó al mostrador y el hombre sonrió.
-Buenos días.- respondió al hombre. Me quedé a unos centímetros de Johnny.
-Ayer por la noche llegó algo para usted.-dijo el chico.- Déjeme que lo busco y se lo traigo.- Johnny asintió y el chico vestido de verde salió a buscar el paquete de Johnny.
-¿Por qué te alejas de mi?-me tomó la mano mientras me acercaba a el.
-Respeto Depp.-me zafe de su agarre.
-Pero no te estoy faltando el respeto, solo te quiero mas cerca.-me dijo haciendo su labio inferior hacía afuera.- Ven aquí.-agregó. Negué con la cabeza.- ¿Viste como te miraba este?-preguntó llamando mi atención.
-¿Quién?-arqueé una ceja.- ¿El de recepción?
-Si, este que viene aquí.-dijo por lo bajo. Reí con ternura.- ¿Y bien? ¿Quién lo manda?-dijo cuando ya tenía una pequeña caja en manos.
-Su padre, el señor John Depp.-respondió a los dos segundo y me dedicó una dulce mirada. Ben también me miró y sentí mis mejillas arder.
Johnny abrió la caja y se encontró con una carta y unas carpetas.
-Oh, si, acá están.-dijo sonriendo.- Muchas gracias.-le dijo al muchacho. El desvió su mirada de mi cuerpo y observó a Johnny.
-De nada.-sonrió nerviosamente.
-______, voy a dejar esto a la habitación y bajo para que nos vayamos.-me dijo. Besó mi mejilla y desapareció.
Me apoyé de espalda sobre el mostrador y me dediqué a mirar la entrada y salida de la gente a mi alrededor. No había tenido tiempo de observar el lugar porque cada vez que entro o salgo de aquí, voy peleando con Johnny o convenciéndolo de hacer algo.
-¿Cuántos años tienes?- esa voz me sacó de mis pensamientos.
-19.-respondí recordando mi falsa edad, creada por Johnny.- ¿Tu?
-23.-me sonrió.- ¿Cuál es tu nombre?-quiso saber. Tal vez no debería hablar con el, solo por el hecho de que Johnny ya me ha hablado sobre sus celos.- Es ______, ¿verdad?-me dijo con impaciencia.
-Si.-sonreí esperando que Johnny apareciera por el elevador. Volteé a ver al chico para poder hablar mejor.- ¿Tu como te llamas?
-James.-sonrió.- ______, es un lindo nombre para una linda chica.
-Aw, gracias.-sonreí. Johnny tenía que llegar ya.
-Y el es tu novio, ¿cierto?
-Si.- era lo único que podía decir.- ¿Tú tienes novia?
-No, ando buscando una preciosura como tu, pero veo que estas ocupada.- dijo. De seguro mis mejillas ya estaban poseídas por un tono rosado claro.- Mi intención no era ponerte incomoda.-teoría confirmada, mejillas coloradas.
-No, esta bien.-dije intentando ser modesta.
-Entonces... ¿de donde eres?-preguntó.
-¿Hay que llenar alguna solicitud que pides datos?-preguntó una voz que reconocí al instante.
-Perdone, yo...-intentó hablar pero Johnny lo interrumpió.
-Tu nada, nosotros ya nos vamos _____.-dijo tomando mi mano.
-¡Johnny!-lo reproché.- Eso fue muy descortéz.
-¿Y que?-dijo enojado mientras empujaba la puerta de entrada.- ¿Quieres que sea cortéz con el tipo que coquetea contigo?-me miró. Estaba celoso.
-Estas mal.-dije negando con la cabeza.
-Dime, ¿de que más hablaron?
-De nada.-respondí al instante.
-No te creo.-dijo.- De ahora en mas no te dejare sola ni un segundo.
-Como quieras, de todas maneras ya me estas estresando.
-Y tu a mi.-dijo soltando mi mano.- ¿Ves algún taxi desocupado?
-No.-respondí sin siquiera mirar a la calle.
-Me harte, vamos a alquilar un auto porque esto de andar en taxi, me pone de los pelos.-me tomó de la mano y volvimos a entrar al hotel.- Encima esta este niñito mirándote.-refunfuño. Reí mientras caminábamos hasta el chico.- Necesito que me pidas un taxi.-dijo sin siquiera mirarlo.
-Johnny.-lo llamé. Volteó a verme.- No estés enojado.-agregué. Me sonrió.- Dicen que si te enojas mucho, te llenas de arrugas.-carcajeé. Rió.- Eres joven para ser tan cascarrabias.
-Hey, no te pases.-me dijo riendo.
-Listo señor. En veinte minutos estará aquí.-nos avisó.
-Gracias.-le costó decir, reí por eso.- Vamos a sentarnos.- me condujo hasta unos sillones negros.
-¿Qué película veremos?-pregunté.
-No lo se, hay que ver que están dando.-me dijo.
-¿Sabias que aun no desayuno?-le dije.- De verdad que muero de hambre.
-Ya vamos a comprar algo.-me dijo y se apoyó en el respaldo del sillón.- Yo también tengo hambre.
-Antes de ir al cine, ¿comeremos?-pregunté.
-¿Tu que crees?-me dijo. Reí.
-De todas maneras, me compraras palomitas de maíz, ¿verdad?
-Depende como te comportes durante el almuerzo.-me condicionó.
-Hey.-le reproché frunciendo mi nariz.
-Hey, tu.-me dijo. Reí.
Nos quedamos callados por un rato y luego lo sentí suspirar sonoramente. Me recosté sobre el respaldo al igual que el y lo mire.
-¿A dónde quieres ir de luna de miel?-me preguntó. Se me hizo un nudo en la garganta.
-No se.-respondí observando como su cabello tenía pequeños reflejos rubios.- No conozco mas que Nueva York y México así que es lo mismo.-le sonreí.
-¿No conoces America del Sur?-preguntó. Negué con la cabeza.- Es muy lindo.-concluyó.- De todas maneras, depende a que parte vayas, como a cualquier lado.-sonrió.
-Si.-respondí perdida en sus ojos.
-No me estas escuchando, ¿verdad?-dijo entre tiernas risas.
-Si, si estoy escuchando.-le sonreí.- Me gustan tus ojos.-confesé sin vergüenza alguna.
-Gracias.-me dedicó una sonrisa.- A mi me gustan tus labios.-fue su turno de confesar.- Y mas cuando callas y me besas.-admitió. Sonreí. Pronto eliminó los dos centímetros que habían entre nosotros y estuve agradecida, porque de no ser por el, nunca probaría esos labios.
-Johnny...-dije cuando nos separamos. Fui interrumpida.
-Ya esta el taxi en la puerta.-avisó James. Le dedique una sonrisa y Johnny me fusilo con la mirada.
-Gracias.-se levantó del sillón y me tomó la mano con brutalidad.- ¿Cómo no va a coquetearte si tu haces lo mismo?-dijo cuando subíamos al taxi
ESTÁS LEYENDO
La bella y La bestia (Johnny Depp y tú) -ADAPTADA-
RomanceQue feo es cuando la persona que mas ama es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tu seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con un...