¿Y el hechizo?

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Gracias por la espera y además he corregido los anteriores episodios con tal de que la lectura les resulte amena, si volvieron a releer, sin más gracias.

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Capítulo 4 ¿Y el hechizo?

Los sentimientos que se niegan, que parecen falsos de tanto rechazarlos afanosamente, los cuales se desbordaron al imaginar sólo un instante de la propia vida sin aquel afecto, sin la mirada dulce y sin los labios del compañero al cual quieres permanente en tu vida. Ninguno podía decir nada luego de aquella declaración pública de un afecto forzado en un inicio pero que creció sin medios mágicos, con la ruda convivencia, con mirar a través de los defectos y cada cosa fastidiosa que procuraron hacerse durante los días. Nunca es fácil aceptar el amor cuando ha surgido en aquella persona que pretendes odiar desde muy joven. Pero una vez que aquellas palabras fueron pronunciadas y su cabeza topó nuevamente con la realidad, Souichi que no pretendió dejar a su corazón amar, ahora no podría separarse de ese hombre al que imaginó perdido.

— ¡Hey chicos! Luego pelean por quien ama más a quien, ¿pueden desatarnos? Necesitamos ir por la policía antes de que despierten los cazadores. — Expresó Isogai al fondo del enorme cuarto atado a Hiroto.

Aún entre lágrimas y sollozos que no cesaron, Souichi volvió a sujetarlo apretando con efusividad el débil cuerpo de su compañero.

— Souichi no me dejas respirar...

— Vuelves casi de la muerte y te quejas como una princesa. Vamos ya. — Lo separó de su pecho con un poco de enfado.

— No me siento bien, todavía estoy mareado y no puedo moverme ni un poco. ¿Me darías un poco de tu sangre para recuperarme?

— Adelante pero te quiero de pie, debemos traer a la policía por este grupo de asesinos.

Los dulces sentimientos que avasallaron su corazón trayéndolo de vuelta en ese momento en que se sintió flotar lejos de su propio cuerpo, se tornaron en confusión. ¿Cómo era posible que ese hombre que decía odiarlo lo sujetara tan amorosamente? Aquella luz y vitalidad del corazón al que unió accidentalmente su vida, lo trajo de vuelta con la fuerza de un sentimiento mucho más grande que cualquier afecto antes sentido. Tetsuhiro jamás entendería el porqué de la existencia de ese amor tan tosco, tan real...

Tatsumi con suavidad acercó a su compañero hasta su cuello ofreciendo su vitalidad, sin embargo los pensamientos más profundos de abandono y la escena más aterradora de su vida se cimbraron entre sus memorias luego de casi perderlo, llegando a causa de ello hasta Morinaga...

Souichi llegaba de la escuela al lado de su hermanita dos años menor que él, mientras sus padres estaban en un viaje. El timbre lo irritó como siempre, pero al estar en la puerta abrió y un par de policías le pidieron hablar con el adulto a cargo. De inmediato corrió por su tía con un mal presentimiento.

A hurtadillas escuchó sobre el incidente. Sus padres habían sido encontrados asesinados por un grupo de fanáticos sin identificar y puesto que existían varios grupos ocultos, la policía no tenía idea de dónde comenzar. Se aferró a su tía y no permitió dejarla ir sola a recoger los restos de sus padres, tenía la seguridad que todo era un terrible error de las autoridades.

Al llegar les entregaron los cuerpos con la respectiva funeraria y Souichi se aferró a las bolsas donde los metieron, comenzó a gritar tan fuerte entre sollozos que su tía no pudo moverlo de ese lugar:

— ¡Ellos no son! ¡Es un error tía! Nadie dañaría a mis papás.

De pronto abrió una de las bolsas mientras forcejeó con un policía que intentó ayudar a su tía. Justó ahí observó el rostro gris de su padre, inerte y con sangre en la boca. Algo que lo marcó desde ese momento. Con un grito desgarrador tuvieron que sujetarlo entre dos policías mientras sacaron los cuerpos pues comenzó a sacudir la bolsa frenéticamente.

No puedo separarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora