Sirena

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Era extraño lo que había visto en la oficina de Malia, el hecho de que le hubiera coqueteando a ese tipo, pero eso palidecía ante el hecho de ver la reacción del hombre, la había dejado pensando.

Malia había llegado después de que el profesor Gonzalo había muerto, sera que... no, no podía ser. Pidió un permiso para ir al baño quería hecharse agua en la cara, tenía muchas cosas que pensar.

Mientras sentía el frío del agua, un ruido la sobresalto. La puerta había sido cerrada por dentro, y frente a ella estava Pablo

- mira nada mas a quién tenemos aquí, a la preferida de la maestra - dijo con sorna

- ¿qué haces en el baño de mujeres? - preguntó la niña un poco nerviosa.

- se que eres una tortillera y lo que has estado haciendo con la profesora

- no se de que hablas

- no te hagas, ¿qué tal si se lo digo a todos?

- ¡por favor no! - le suplicó la pequeña

- eso depende de ti - dijo lanzandose sobre ella, la cargo sin dificultad y trato de besarla, la niña pataleo

- ¡dejame! - no alcanzó a gritar mas cuando la puerta se abrió de golpe, era Malia.

- ¡sueltala! - le dijo separandolo de ella con una sola mano, que fuerte era, ¿por que? No era musculosa, tal vez...

- Gabriela sal de aquí - le ordenó Malia con una voz sombría. Ella obedeció salió temblando del baño, se sentó en el aula pero no presto atención a la clase, se sentía mal.

No paso ni una hora cuando sintió las patrullas de la policia se asusto, ¿qué habra pasado? No les dieron mayor explicacion y los llevaron a sus casas.
Al parecer encontraron el cadaver de un estudiante en el baño, seguro había sido Pablo, ¿Malia lo había hecho? Pero fue un ataque como el del profesor Gonzalo, y el de los tipos de la playa, no, no podía ser.

Estaba muy confundida y no se iba a quedar con la duda. Se dirigió a la casa de Malia la encontró sentada en el sofa.

- hola mi dulce niña, ¿como estas? - le dijo tratando de levantarse para besarla pero la pequeña la rechazó

- ¿Malia que eres? Y contestame con la verdad - dijo seriamente.

- no se de que hablas - dijo visiblemente nerviosa

- todos se comportan como idiotas cuando estas cerca, y no es por que seas hermosa, hay algo raro, ¿qué le hiciste a Pablo? - se lo merecia, tenía que defenderte se excusó tratando de acercarse pero Gabriela retrocedió, ¡acababa de aceptar que mato a alguien! Además eso significaba que ella era la responsable de las otras muertes, eso le provocó un vacio en el estómago.

Otro intento fallido para tocarla, Gabriela la empujo por impulso. Esto fue tan de repente que la tomó por sorpresa y Malia chocó contra el acuario que cayó haciendo una leve avalancha de agua Ante los ojos atonitos de la pelirroja, la rubia, perdió el tono dorado de su pelo, por uno verdoso, sus piel se puso grisácea y con escamas.

No pudo sostenerse mas sobre sus piernas que desaparecieron para dar paso a una enorme cola de pez.

Gabriela lanzó un alarido, ¡una sirena! Los ojos de ambas se cruzaron, la reconocia, era la misma que su padre había sacado del oceano para mostrarsela! Había salido a buscarla.

- ¡por dios! - dijo la niña llevandose la mano a la boca.

- puedo explicarlo, mi amor ven - le pidió Malia pero la menor salió corriendo.

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