Mine.

Capítulo 1

CAPÍTULO 1

Me desperté a regañadientes, así que me quede deambulando por mis redes sociales mientras me hacía a la idea de que tenía que levantarme en cualquier momento. Después de unos minutos me levanté y bajé a la cocina arrastrando mis pies por el sueño, al parecer no había nadie en casa así que me preparé un tazón de cereales y me lo tomé, volví a mi habitación y entre al baño para ducharme rápidamente cuando salí de la ducha y me sequé me puse unos pantalones anchos largos y una camisa por encima del ombligo con un gato enseñando sus dedos del medio en el bolsillo, terminé con unos tenis blancos y tome mi skate, bajé para salir pero antes de ello me paré unos segundos frente a las escaleras que bajaban al garaje, respiré hondo y seguí con mi camino. En cuanto salí de mi casa eché el monopatín al suelo y me subí en él para comenzar a recorrer las calles de mi barrio.

-¿Tienes fuego?- Alguien se dirigió a mi así que paré y me giré para ver a un chico de estatura alta, con una cabellera morena y rizada que me miraba con una sonrisa de lado.

-No, no tengo- Dije sin darle mucha importancia y volví mi vista al skate con intención de proseguir con mi camino.

-y novio, ¿tampoco?- Levantó una ceja de forma picarona.

-¿Acaso te importa?- Le dije cortante levantándole una ceja de manera desafiante.

-La verdad es que no, tengas o no acabaras en mi cama.- Replicó encogiéndose de hombros.

-¿Eso qué es? un chiste- Solté sin más y tomé mi skate en la mano para irme, realmente no tenía ganas de lidiar con tipos como él.

-Más lo sería que intentaras irte.- Rodé mis ojos de espaldas a él y me giré para replicarle pero no me dio tiempo ya que él continuó hablando -Tienes un buen culo, deberías moverlo en dirección a mi casa.

-Agradecería que dejases mi culo en paz- Fruncí el ceño molesta mirándolo a los ojos.

-¿Por qué? Podría hacer cosas con él que te encantarían- Afirmó y comencé a andar pero él tomo una de mis nalgas con sus manos, me giré y deposité un tortazo en su mejilla, lo que lo tomó por sorpresa.

-Buena pinta tiene tu puta madre- Solté.

-Calma gatita- Sonrió de lado e hizo que mi espalda quedase contra la pared quedando yo así entre él y esta. –Que no muerdo, a menos que tú no quieras-

-Déjame en paz idiota- Dije mirándole a los ojos con firmeza.

-Me das tu número al menos gatita- Preguntó susurrando en mi oído rozando sus labios con mi piel.

-No- Contesté firmemente y él rio negando.

-Vaya aburrida- Dijo y bajó una de sus manos hasta mi vientre y jugó con mis pantalones.

-¿Quién coño te crees que eres?- Intenté separarme pero estaba la pared detrás.

-Tu futuro polvo- Dijo cuando acarició mi feminidad por encima de mi ropa interior lo que hizo que mi respiración se entrecortase e hiciese que de mis labios se escapase un jadeo.

-¿Qué te hace creerte eso?- En cuanto terminé de pronunciar la frase metió las manos dentro de mi ropa interior y acaricia mi clítoris suavemente, entre abrí los labios para contestarle de nuevo pero no lo hice porque sabía que como intentase decir algo soltaría un gemido.

-Que llevo unos minutos metiéndote mano y en ningún momento me has parado- Sonrió satisfecho y mordió su labio inferior. Me sonrojé

-Pues no te equivoques, lo haces demasiado mal como para que pueda sentir algo.- Solté lo primero que se me pasó por la mente y agarré su mano para sacarla pero no hizo falta, él la sacó por sí mismo pasando el dedo con el que jugaba conmigo por última vez por mi zona sensible.