Capitulo 3

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Los siguientes días después del primer día de instituto pasaron normales, siempre me juntaba con Rebeca y nos habíamos hecho inseparables. A Daniel lo había visto varias veces, pero no me había animado a hablarle, tal vez y él no quería y decidí que si el quisiera hablarme lo haría sin que yo diera el primer paso.

Hoy era sábado y no tendría que levantarme pronto para ir al instituto, me la pasaría como todos los fines de semana en mi casa, mis padres saldrían a juntas de trabajo y yo me dedicaría a el orden de mi casa.   Mi madre había insistido tantas veces en contratar a alguien para la limpieza, pero a mi no me gustaba que alguien nos ayudará, además de que ahorrábamos dinero me encantaba tener el orden en mi casa y acomodar a mi gusto.

Estaba limpiado mi cuarto, y el ruido de mi estomago me recordó que no había desayunado. Baje a la  cocina en busca de comida, pero las pocas cosas que habían en la nevera no se me antojaban, a mi madre siempre se le pasaba ir al súper a las compras.
Así que volví a subir a mi cuarto, me quite mi pijama, tome unos pantalones y una blusa y me cambie, me coloque unas zapatillas de piso, tomé un suéter, y me mire en el espejo; no deseaba verme bien, solo lo formal para ir a la tienda y no tener que pasar vergüenzas por ir con mi pijama. Mi pelo parecía un desastre, estaba atado en una coleta y se veía horrible, así que sin ánimos de peinarme, sólo lo solté y lo cepille un poco para que no se mirara tan feo.

Tome suficiente dinero, las llaves y salí de mi casa. La tienda más cercana no se encontraba tan lejos, pero si eran un par de calles, así que me puse a organizar en mi mente cuales serian las cosas que compraría.
Me encontraba cruzando la calle, cuando un auto a alta velocidad paso por un enorme charco y me empapó. Genial lo que me faltaba ahora tendría que volver a mi casa a cambiarme. Me di la vuelta para volver a mi casa, pero la bocina de un coche hizo que me detuviera, el mismo auto que me había dejado mojada.

-Ya esta bien, no se preocupé, fue solo un simple accidente, valla con cuidado.- Le dije, ni siquiera sabía si me estaba escuchando, ya que tenia las ventanillas arriba.

Regrese a casa, me cambié, y  volví a dirigí a la tienda. Me prepare un desayuno y el resto del día me dedique a hacer las tareas del instituto y ordenar la casa.

Mis padres regresaron justo para la cena, como siempre lo hacían, mientras mi madre cocinaba, mi padre y yo teníamos una charla sobre un programa de televisión.

-La cena esta lista, pueden tomar sus asientos.- Mi padre y yo nos dirigimos a la mesa y nos sentamos, mi madre coloco los platos y se sentó para cenar.

-La cena estuvo deliciosa como siempre, cariño.- Le comentó mi padre después de haber terminado su plato.

-Yo me encargo de lavar los platos, ustedes vallan a descansar, Buenas noches.- Se miraban un poco cansados, por el trabajó y me ofrecí a ayudar.

-Gracias, buenas noches hija.-Me contestaron los dos.

El siguiente día fue como todos, me dedique a terminar lo que me faltaba de las tareas del Instituto y lo que me quedó del día a ver películas en mi habitación.

El Destino De Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora