El Destino De Nuestro Amor

Capitulo 4

El ruido de mi despertador, me indico que ya era hora de levantarme, me dirigí al baño, cepille mis dientes, tome un conjunto de mi armario, me cambie, me hice un moño en el cabello y baje a desayunar.
Mi madre me había preparado tostadas francesas, comí algunas con un vaso de jugó y salí con mi mochila colgada para subir al auto. Mi madre me saludo y nos marchamos a mi Instituto, al llegar nos despedimos y le desee un buen día.

Entre a clase y aun no llegaba el profesor, tome asiento y espere a que Rebeca llegara para poder tener con quien platicar.

-Elisa, Elisa, tenemos que ir de compras por nuestros vestidos para la fiesta.- Me decía mi amiga Rebeca, pegando saltitos de emoción, no tenia ni la menor idea de que hablaba.

-¿De qué fiesta hablas Rebeca?

-Hay Elisa, todo el Instituto esta enterado, es la fiesta que organizan como bienvenida para todos los alumnos de la escuela, sera mañana y he escuchado a los compañeros muy contentos por ir, no se si estén divertidas, pero tenemos que descubrirlo.¿No estabas enterada?

La verdad había escuchado a algunos alumnos mencionar cierta fiesta, pero no había prestado atención. - Pues, digamos que a mi no me agradan mucho las fiestas, pero espero y te la pases muy bien.

-Que, pero claro que no señorita, usted deberá ir a esa fiesta conmigo y divertirte un rato, vamos, no seas amargada, no te arrepentirás.- Me decía con los brazos cruzados, con cara de suplica.

-Lo pensaré, pero no te aseguró nada, al termino de las clases te doy mi respuesta.- Le dije, para librarme del tema.

Las clases se me hicieron eternas, llevábamos muchas tareas y trabajos, al parecer a los maestros de les había dado por torturarnos, de una manera tan cruel. Mis manos me dolían de tanto escribir y ya no podía mas, todos estábamos iguales; por suerte en ese mismo momento, la campana sonó indicando el termino de las clases, tome mi mochila, y junto con Rebeca salimos del instituto.

-Bueno Rebeca, hasta luego, nos vemos mañana.- Me despedí al ver el coche de mi madre esperando enfrente del Instituto.

-A donde tan rápido, tu me has prometido que me dirías, si iras a la fiesta conmigo.-

-Está bien, iré a esa fiesta.- Rebeca me había estado insistiendo tanto, en todo el día que terminé aceptando, de todos modos, solamente era una fiesta, no sería tan malo.

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Me encontraba en la plaza de la ciudad, esperando a Rebeca, nos habíamos citado ahí para acompañarla a comprar su vestido para la fiesta, y como no tenia nada importante que hacer acepte en ayudarla. Después de un rato, llegó y nos dirigimos a revisar tienda por tienda, para encontrar el vestido perfecto, como ella lo había llamado.

-Enserio, podemos buscarte un vestido, si es por el dinero yo me ofrezco a ayudarte.- Me decía Rebeca mientras pagaba su vestido. Al final había terminado eligiendo un vestido arriba de la rodilla, con manga larga, color azul marino, con diseños en blanco, con un poco de vuelo, muy bonito.

-No te preocupes, no es por eso, yo prefiero utilizar uno de los vestidos de mi armario.- La verdad no me gustaba mucho usar vestidos, no era porque no tuviera, la verdad tenia unos cuántos y lindos, pero no me gustaba mostrar mis piernas.

-Si así lo quieres, esta bien.-

Nos despedimos y cada una se fue a su casa.
Al día siguiente en el instituto nos habíamos organizado las dos para reunirnos en mi casa por la tarde para prepararnos para la fiesta, e irnos juntas.

Estábamos en mi habitación, Rebeca ya llevaba su vestido puesto, y estaba en frente del espejo, maquillándose. Por mi parte, aun no había elegido el vestido que usaría y estaba sacando algunos del armario para que me ayudará a elegirlo.