Capitulo 5

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Ya pasaron dos semanas, desde la fiesta de bienvenida. Daniel, no se a dignado a hablarme, pero que le pasa,  un día me habla como si nos conociéramos de toda la vida y al otro hace como si no me conociera; aunque no debiera de importarme, yo dije que ningún hombre me volvería a lastimar y lo primero que hago es no dejar de pensar en el primero que me habla.
Rebeca se puso igual que yo, le conté todo lo que había pasado, desde el día que lo conocí, él porque no quiero en estos momentos a un chico en mi camino y le agradecí el que me escuchará, además, me dio unos buenos consejos.

-¿Aun no empieza la clase?.- Le pregunte a mi amiga cuando la encontré en la entrada de la clase de matemáticas.

-No a llegado el maestro, así que quise esperarte, no tenía con quien platicar y me estaba aburriendo allá adentro.- Me decía, mientras yo empezaba a caminar hacia el interior del salon.
Tomamos asiento, conversamos un rato y esperamos a que el maestro llegara.

-Buenos días, alumnos. Disculpen la tardanza, pero había demasiado tráfico, así que a recuperar el tiempo perdido, habran sus libros.- Decía mientras se colocaba en su escritorio. Ya había pasado la mitad de la clase y el apenas llegaba. -Como verán, esta a punto de culminar la hora de clase, así que les dejare de tarea todo lo que debimos haber visto hoy, para que se les facilite, se reuniran en equipos de 3 integrantes.- Todos empezaron a hacer los equipos y claro Rebeca y yo eramos uno, solo nos faltaba alguien, así que nos pusimos a buscar.

-Que te parece él.- Le señale a un chico, que estaba en la esquina del salon.

-Ni lo pienses, el no trabaja para nada, todo el tiempo se la pasa haciendo bromas, nos dejara todo el trabajo a nosotras o no nos dejara trabajar.-

-Esta bien, yo solo decía.- Le conteste, levantado las manos en señal de rendición. Mire a mi alrededor ya todos tenían sus equipos listos y solo faltabamos nosotros y otro equipo. Quedaban dos personas para escoger, o era el chico de las bromas pesadas o una compañera que miraba a todos lados para ver quien la elegía. Rebeca y yo no lo pensamos y nos dirigimos a esta última para invitarla a formar parte de nuestro equipo

-Hola, nosotros queremos saber, si quisieras formar parte de nuestro equipo de trabajo?.- Rebeca le decía a la compañera, mientras yo permanecía a un lado de ella, con cara de suplica, no quería estar con el chico de las bromas.

-Claro, encantada.- Nos dijo mientras, guardaba sus libros y se paraba para salir del salón, como ya la mayoría había hecho.

A la hora del almuerzo, Rebeca y yo, íbamos camino a las escaleras del entrenamiento, como siempre hacíamos, cuando vimos a la compañera de nuestro equipo de matemáticas.

-¿A donde vas?.- Le dijo Rebeca

-Voy a las escaleras del entrenamiento a pasar ahí el almuerzo.-Nos dijo muy contenta.

-Pues que casualidad, nosotros tambien vamos para allá, porque no nos sentamos juntas.- Era una buena idea y servia de que la conocíamos mejor así que no dude en opinar.

-Por supuesto.-

-Y ¿Como te llamas?.- Le pregunto Rebeca, mientras nos sentabamos en las últimas escaleras donde podíamos ver bien los entrenamientos.

-Hannah, ¿y ustedes?.-

-Yo soy Rebeca y ella es Elisa.- Contesto mi amiga a su pregunta.-¿Y porque venías aquí a sentarte sola?.-

- Casi nunca vengo por aquí, pero hoy quise venir a ver a mi novio entrenar.-

- Oh, que bien que apoyes a tu chico en los deportes. ¿Cual de todos esos sexys modelos de revista es tu novio?.- Le pregunto Rebeca a Hannah señalando la cancha con cara de estar saboreando algo.

-Se llama Erick, llevamos dos años de ser novios, lo conozco desde antes de entrar aqui.-

-¿Erick Bellmer, el capitan del equipo,uno de los chicos mas conocidos en el instituto​?.- Le preguntó Rebeca con cara de sorprendida. Pero quien rayos era el tal Erick para que hablara maravillas de él.

-Si ese mismo, aunque tampoco es para tanto, es muy conocido por ser el capitán del equipo, pero el  es muy lindo y humilde, nada que ver con los populares que son unos engreídos y presumido. Y bueno cambiando de tema ¿en donde haremos el trabajo de matemáticas?.- Nos dijo Hannah

-En mi casa no.- Dijimos Rebeca y yo al mismo tiempo, a lo que reímos.
La clase de literatura ya iba a comenzar así que nos despedimos de Hannah.

-Adiós, ustedes pidan permiso para hacer el trabajo saliendo de clases y las busco a la salida para irnos.-

-Esta bien adiós, hasta entonces.- Le dije, despidiéndose.

La clase de literatura paso rápido, al igual que las restantes. Así que en menos de lo que esperaba ya estaba llendo camino a buscar a Rebeca a su salón para irnos a esperar a Hannah en el estacionamiento del instituto.



El Destino De Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora