Plañido y sollozo. [Parte 2]

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Otra mañana despertando por los golpes en mi puerta. Suspiro. Me quedo en la cama haciendo fiaca unos segundos y con fuerza de voluntad me levanto y abren la puerta.

ㅡ ¡Levántate! ㅡ me dice uno de los hombres.

ㅡ Ya estoy levantada. ㅡ fruncí el seño.

ㅡ Elegiste un mal día para los chistes.ㅡ me mira serio y estira el brazo dándome ropa para cambiarme.

Pongo los ojos en blanco y vacilando, me cambio. Eran las tan esperadas revisiones de las que me habló Bastian anteriormente. Esperadas y emocionantes. No puedo ocultar mi ansiedad. Ni tampoco mi mal humor.

Abren la puerta bruscamente y allí había una joven mujer, rubia, pelo recojido en una coleta, con una bata blanca que le llegaba por arriba de sus rodillas.

ㅡ Buenos días ㅡ susurra y me sonríe con pena.

Levanto una ceja y detrás de la mujer entró uno de los hombres de seguridad detrás de ella. Odiaba esos malditos hombres. Eran los del establecimiento, si queríamos ir al baño o movernos a algún lado, siempre teníamos que ir acompañadas de ellos. Los llamábamos "hombre acompañante".

Al terminar las revisiones, que por cierto, los resultados me habían salido bien, me quedé toda la tarde en esa habitación. Era un lugar espantoso y aburrido. Hasta el próximo horario para ir al comedor nadie salía de sus habitaciones. Ir al comedor era una tarea horrible. Pero hasta podías notar la emoción, felicidad y entusiasmo de el resto de las mujeres por el hecho de ir al comedor. Salir de las habitaciones les encantaba, hasta si nos dirigieramos al infierno, aún asi estarían entusiasmadas. Pobre de nosotras, tratadas como un sucio y asqueroso objeto... y así era como me sentía todo el tiempo allí dentro. Hasta por Bastian.

******

Seco mis lágrimas con las palmas de mis manos y me dirigo al lavadero a enjuagarme la cara. Escucho el ruido de la puerta, y sin mirar que es, sé que es Bastian

ㅡHola ㅡ susurra.

ㅡ Hola Bastian ㅡ sonrió forzadamente.

Me mira los ojos rojos e inchados y automáticamente se da cuenta que estube llorando. Estira el brazo y me acaricia el pelo. Cierro los ojos y en mi rostro se dibuja una pequeña gran sonrisa de satisfacción.

ㅡ Necesito que me digas algo, Celie.

Asiento con la cabeza lentamente.

Peina con sus manos su cabello y suspira. Noto en su rostro una expresión de angustia. Acaricio sus mejillas y me acerco hacia su cuerpo, pero el se aleja. Frunzo más el seño.

ㅡ Necesito que me digas que no estás sintiendo cosas por mi. Aunque sea lo más mínimo, una pequeña y estúpida atracción de adolescente. ㅡ susurra.

Siento una punzada en el pecho. Miro hacia el piso y frunzo mis labios.

ㅡ Celie, ¿sientes cosas por mí? ㅡ insiste.

Su rostro era tan desesperado y preocupado que me angustió.

ㅡ No.

ㅡ ¿Estás segura?

ㅡ No.

Frunce el seño. Suspira y siento su respiración entrecortada. ¿Metí la pata?

ㅡ Bastian no estoy segura, simplemente no lo estoy.

ㅡ ¡Debes estarlo! No es tan difícil contestarlo.

ㅡ No tienes una idea. ㅡ contesto bruscamente, algo ofendida.

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