UNO

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Me acuerdo del día en el que lo anunció. Hace 6 años.
Sólo pienso en hacer una cosa: matarle a el.
¿Que pasa si me toca a mi?
¿Qué pasa si me pellizco y no me despierto?
¿Que pasa si esto si que es real?
¿Esto no es maltrato al niño o algo así?
¿Porqué nos hacen esto?
Mis amigos y amigas.
Viven en distrito 8.
Yo en el 9.
Un libro y la realidad.
Me encanta leer. Me encanta ese libro. Esa trilogía es muy... me encantó en su momento, pero ahora que es real la odio.
¿El Capitolio?
¿Los distritos?
¿Los avances de tecnología por solo hacer un Juego del Hambre?                                                 

—¡Ya he vuelto!—grito, deseando que no este.                                                                                                       —¿¡Me has traído cerveza!?                                                                                                                                             —¡No! ¡Mueve el culo tu! ¡Eres un vago! ¡Aprende a salir y respirar aire puro!                                                                                                                            —¡Púdrete!—grita mientras baja las escaleras de madera, borracho.—¡eres un bicho asqueroso! —Igualmente.                                                                                                                                                                       —¡Cállate!—me grita en la cara, escupiéndome.—¡vas al colegio! ¡Tienes comida! ¡Una casa! ¡Amigos no! ¡Vida social tampoco! ¡Y tampoco..! tampoco... tienes madre. Ve a comprar cerveza.—Vale—le digo con mi tono de "vete a la mierda. Te odio. No me hables." 

Me da dinero y yo voy a la tienda "mas cercana" (a 1 kilometro). Ese numerito no es nada comparado con otros días. Creo que esto a sido una de las cosas mas amables que a hecho. Y mas originales. Y geniales. Y fantásticas. A bajado las escaleras. Ese que acabas de conocer, es mi padre. Y si, las cosas que a dicho son verdaderas. ¿Tengo comida? ¡Sí! ¡Y una casa! No vivo debajo de ningún puente. No se de donde hemos sacado el dinero para seguir viviendo. Supongo que mi familia nos dejo una buena herencia. Pero como decía ese hombre de antes, cuando el no era un borracho y estaba siempre feliz, las cosas buenas se acaban casi siempre antes que las malas. El dinero se estaba acabando, si señor. ¿No te extraña? En realidad, no es solo porque se gasta el dinero en mierdas como el alcohol, sino... hipotecas. Agua. Luz. Alimentos. Los precios de las cuatro cosas nombradas han subido de precio mas rápido que mi padre bebiéndose una botella de alcohol. ¿La razón? Para que gastemos mas en cosas y nos quedemos sin dinero. Y tengamos mas ganas de participar en Los Juegos del Hambre. Porque nos dan comida y dinero si ganamos seguro. Pero solo si ganas. Si mueres en esos Juegos, mueres y punto.

Nadie se estaba gastando teselas; cada tesela, como todo el mundo sabe, vale por un exiguo suministro anual de cereales y aceite para una persona. Ahora esto a cambiado; todos los que viven mal (y ahora peor) están dando teselas a cambio de tener tu nombre mas veces. Mi padre a entregado ya cinco teselas mías mas las que son obligatorias: 5 para chicos y chicas de dieciséis años. Se quiere deshacer de mi de una vez. Cree que me voy a morir nada mas entrar en la arena. Pues tengo una noticia para el borracho: no me voy a morir tan rápidamente.

Antes de pasarme por la Tienda de Borrachos™ voy hacia el bosque. ¿Que pienso hacer ahí? Algo en que llevo mucho tiempo trabajando. Fabricando. Desde la noticia de Los Juegos del Hambre. Un arma con la que practicare. Un arma con la que entrenare. ¿Que pasa si cuando Savina Travis, la que imita a "Effie Trinket", mete la mano en la urna de cristal, y saca mi nombre? Tendré que defenderme. En aquella arena en la que me van a meter con otros chicos y chicas que me intentaran matar. Y si yo mato a uno de ellos, probablemente sus familias me odiaran y desearían que alguien viniese por detrás y me clavaran un puñal por detrás. Tendré que aprender a cazar si no me quiero morir de hambre. Como decían Katniss Everdeen y Gale Hawthorne, "Es mejor morirse de un tiro en la cabeza que de hambre. Es mas rápido." 

No me he presentado. Mi nombre es Esther Cameron, y tengo dieciséis años. Como ya sabes, solo tengo un padre que siempre esta borracho y mi madre murió cuando yo tenia 8 años. Desde entonces me las he apañado sola, con mi padre cada vez mas adicto al alcohol y yo sin amigos. ¿Y sabes que? Aun no han hecho el Primer Juegos del Hambre hasta este año. La explicación a esto es porque tienen que buscar sitios para la arena, la tecnología, el capitolio, los Juegos del Hambre en sí. 

 —¡Mama! ¡No! ¡No quiero morir! ¡Tengo solo doce años! ¡Mama!—grita de repente una chica. Era de una casa.                                                                                                                                                                 —No! Vas a ir a esos Juegos del Hambre. Esta casa se nos cae encima. No tenemos dinero. Ni comida. ¡Ahora ve a por mi cerveza!                                                                                                                         —Vale...—murmura la chica. De repente sale una chica clavada a la pequeña Rue de los Juegos. Tenia los ojos rojos. Se notaba que había estado llorando.                                                                            —Por favor...—dice de repente.—si sale mi nombre, ofrecete como voluntaria. Y si vuelves... gana por mi y por tu familia.—Resulta que me esta hablando a mi. ¡A mi! Se gira hacia mi y le cae una lagrima de los ojos. Se vuelve a girar y se va corriendo, probablemente a la misma tienda a la que voy yo. 

Me pongo a correr y entro en el bosque prohibido. Cojo el arma y lo afilo. De repente, veo un ciervo. Apunto y susurro que ya es mío. Suelto y el arma le pasa por el cuello al animal. Se cae al suelo y yo voy corriendo hacia el. Cojo la flecha y la meto en el bote, junto a las otras nueve. Cojo al ciervo, que debe de pesar veinte kilos y lo llevo a la casita al lado de un árbol. Dejo al animal ahí y me voy corriendo hacia la tienda. No es mi primera caza, es un secreto. Lo hago cada dos días. 

Aun un poco intranquila por mi caza, me meto en la tienda. Estoy comprando la cerveza cuando de repente algo me llama la atención. No digo la caja de M&Ms que hay al lado mío, sino la tele que esta pegada en la pared de la tienda.                         

—Noticia en nuevo distrito siete—dice un hombre muy serio, con pelo azul, en las noticias—ha habido un rebelión. Como bien a escuchado, un rebelión.

Pero yo no me lo puedo creer. ¡Un distrito en un rebelión ya! ¡Los Juegos del Hambre es dentro de una semana!

 ¡Un distrito en un rebelión ya! ¡Los Juegos del Hambre es dentro de una semana!

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Y ESO ES EL PRIMER CAPITULO! ESTA HISTORIA LA HE ESCRITO YO. ESPERO QUE OS ENCANTE! Y, SI, DEAL WITH IT! UN REBELIÓN!

Los Nuevos Juegos Del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora