Estaba furioso, lo notaba. Su cara tenía una expresión de furia. No sabía si era por mí, o por la historia que le acababa de contar.
-Si lo tuviera aquí delante te juro que lo mataba, por hacerte lo que te hizo
-Cariño, eso es agua pasada.
-Pero te hizo daño. Te violó, joder
-Lo sé, pero estoy bien- me levanté de la cama y le cogí la mano- Y te quiero entiendes
-Sí- se giró, pues hasta entonces había estado mirando a la pared y me miró fijamente a los ojos y después me besó.
-Nunca dejaré que nadie te haga daño
-Lo sé. Sé que jamás lo permitirías
-Pero hay algo que no entiendo, ¿tu primer beso no había sido con Chaz?
-Sí y no. No fue mi primer beso, pero sí fue el primero en el que sentí algo de verdad. Por eso digo que mi primer beso fue con Chaz, pero Alice sabe que no fue así.
-Ahh.
-¿Estas enfadado conmigo?
-Jamás podría estarlo
-¿Aún piensas ir a tu cita con Caitlin?
-Me lo pidió y le dije que sí, pero jamás te engañaría
-¿Que crees que te quiere contar?
-No sé, espero que no sea un niño
-Tú no serías el padre
-Puede que sí, cuando la vi por última vez, habían pasado solo 3 meses y medio desde que cortamos y por esas fechas apenas se nota.
-Dios ¿te lo imaginas?
-No, porque la madre de ese niño no serías tú?
-Tonto me refiero a que te imaginas tú con 17 años y siendo padre. Sería tremendo
-Lo sé, pero si fuera así tendría que afrontarlo
-¿Me dejarías?
-Ni de coña. Ella será la madre de mi hijo, pero tú seguirás siendo la persona a la que amo.
-Me lo prometes
-Te lo prometo por lo que más quiero, que eres tú – cogió mi barbilla y se acercó suavemente a mis labios rozándolos muy suavemente. Entonces si que me besó, el beso entraba a una fase más intensa, una fase en la que tanto él como yo buscábamos mi cama. ¿Estaba dispuesta ha hacerlo con él? Sí, lo estaba. Lo quería y él me quería, porque no hacerlo. Si yo ya no era virgen, estaba preparada a tener una primera vez de verdad con él, aunque no fuera la primera. Y eso él lo sabía pero que más da, si nos tenemos el uno al otro. Pero Justin paró, yo no quería que parara. Se paró y se quedó tumbado a mi lado
-¿Por qué paras?
-No me parece el momento más adecuado
-¿Por qué?
-Porque tus padres pueden llegar en cualquier momento, primero, y segundo no tenemos preservativos.
-Mierda- me quedé sonriéndole
-Te prometo que cuando llegue el momento pasará- y me volvió a besar.
