I Only Want Love (Solo Quiero Que Me Ames) Gianluca Ginoble Y Tu

Capítulo 17

FELIZZZZZZZZ AÑOOOOOOOOOOO 2017!!!, Que en este nuevo año se abran las miles de oportunidades para ustedes. un abrazo

Llegamos a un restaurante hermoso y de aspecto elegante. Su estructura se alzaba en dos plantas y era de un color gris plata. Había dos pinos en la entrada a cada lado de la puerta doble de cristal. Piero se bajó de la moto, y me quitó el casco cuidando no despeinarme; me pareció dulce. Me tendió la mano para ayudarme a bajar y cuando lo hice no me soltó. Caminamos a la puerta del local, con nuestras manos entrelazadas, y Él la abrió para mi. El interior era más cálido de lo que parecía. Las paredes son de un color crema con detalles ocre, hay plantas decorativas por todo el lugar y del techo caen elaboradas lámparas  de cristal en forma de arañas. Las mesas están estratégica mente colocadas con manteles en la escala de marrones. En el centro de cada mesa se alza en un florero de vidrio una gladiola blanca junto a pequeñas hortensias moradas y hojas de helecho. Todo es muy limpio y de cierta manera romántico. En las mesas alrededor hay unas cuantas parejas y algunas familias. También se pueden ver personas en claras cenas de negocios. Me siento abrumada por tanto lujo. Mis tacones repiquetean contra el mármol del suelo y me siento fuera de lugar, creyendo que quizás un vestido hubiese estado mejor para la ocasión.

Avanzó unos cuantos metros y nos encontramos con un pequeño podio hecho de madera de sauce, en el se encontraba una mujer de unos 28 años. Con una falda tubo color negro y una blusa de volantes color cereza. Su pelo rubio pulcramente recogido en un apretado moño .

-Buenas tardes jóvenes ¿En que puedo servirles? -la sonrisa pobre y forzada que nos ofreció, me alertó de que este no era un lugar frecuentado por adolescentes. Y por lo tanto no confiaba en el que tuviéramos el dinero para costear un lugar como este.

-Tengo una reservación a nombre de Piero Barone .

La chica chequeo en un gran libro negro; antes de asentir -Por favor, siganme por acá.

Hicimos el recorrido detrás de la mujer, que nos llevó a una de las mesas junto a la ventana.-En breve, vendrá alguien a tomar su pedido -dio un asentimiento, de cabeza- que tengan una buena velada.

Piero retiró una silla para mi antes de que yo pudiera hacerlo Instintivamente me sonrojé. Y agradecí por su gesto. Tomó asiento en frente de mi.

-Para ser honestos no pensé que aceptarías -me dio una sonrisa nerviosa.

-¿Por qué no iba a aceptar? -le pregunté extrañada ¿Tan ogra soy ?

-No lo se, pensé que estabas enojada por el beso -se quedo callado unos segundos antes de continuar' y luego te vi con Gianluca

-Gianluca y yo solo somos amigos Señalé cansada de tanto repetirlo. ¿Por qué nadie superaba ese tema? Por Dios. Hemos pasado nuestra vida entera pegados el uno al otro, como hermanos- Y el beso, Bueno, el beso me sorprendió si te soy sincera.

-Fue un impulso. -mordió su labio superior. Fue un gesto raro. Ya que nunca había visto morder el labio superior a nadie.- yo, solo... no me controlé -entrelazó sus manos sobre la mesa- Dios sabe, cuantas ganas tenía de hacerlo.

Solté una pequeña risita y un calor invadió mi rostro. Estoy segura que estaba sonrojada, gracias al cielo, nos interrumpió el camarero. Poniendo dos copas de agua; y los menús desplegables de cuero marrón y bordados con hilo dorado. Donde se apreciaba el nombre del restaurante "Florentinos" . Abrí el menú agradecida de la nueva distracción para no, tener que hacerle frente a Piero y su sugerente declaración, me decidí por una ensalada césar con  pollo y un vaso de té helado. 

-Estás preciosa ésta noche -me sonríe, dejando el menú sobre la mesa- bueno todo el tiempo. En realidad

-Gracias -murmuré avergonzada. Decididamente debía dejar de sornojarme delante de Piero, parecía una niña de 15 años en su primera cita.