Parte Única

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Patinaba con furia sobre la pista, era verdad que antes no solía agradarle patinar pero después de la vergüenza que tuvo en Japón debía esforzarse, él debía ser el único y gran Yuri.

Agradecía la soledad en la que se encontraba ya que no quería que nadie le interrumpiera, era verdad que su entrenadora lo que quería convertir en una "Prima Ballerina" y si viera con la rabia que ejercía sus movimientos se sentiría completamente decepcionada. Se sentía el dolor en cada movimiento, sólo dejaba salir cada sentimiento en cada paso, en cada movimiento y cada salto que realizaba, aprovechaba la soledad física que lo rodeaba porque hay que admitir que la soledad psicológica no lo abandonaba. Recién tenía 15 años y había sido golpeado muchas veces por la vida, ahora era un simple promesa más que había sido rota, no era para tanto considerando todas las veces que le había ocurrido lo mismo antes. No se había dado cuenta de cuando había comenzado a llorar pero no importaba, el seguía patinando como si su vida dependiese de ello, la furia iba siendo reemplazada por la pena, la desilusión, cada movimiento y expresión te hacían ponerte en su lugar, sentir su dolor. Sus movimientos eran más delicados dejando ver el verdadero interior del hada rusa, mostrando su lado débil que no dejaba ver al resto. No quería seguir siendo así, no quería seguir alejando y asustando a las personas pero esa actitud se había pegado a él, al principio solo era un escudo pero hoy en día se sentía unido a ese escudo, no podía estar sin el escudo. Su baile pedía a gritos que lo ayudaran, era una lástima que solo pudiera expresarse de esa manera y el no dejara que nadie más lo viera. Se movía con gracia, la vista era completamente hipnotizante, cualquier persona que viera la coreografía que iba creando Yuri caería en sus encantos. Esta vez Yurio pensó en  la promesa de Viktor, o más bien dicho la mentira. Intentó hacer un cuádruple salchow y cayó, pero se puso de pie y siguió patinando como si de una competencia se tratase, ahora pensaba en Japón y la humillación que sufrió, otro salto y otra caída. No podía seguir, no debía, pero si quería; se sentía débil, humillado pero no enojado; el no era suficiente para Viktor, no era suficiente para Rusia, era un joven débil que ansiaba ser querido pero no lo demostraba en absoluto, deseaba ser salvado. 

Prosiguió, volviendo al enojo con el cual había iniciado el baile, no dejaría que los estúpidos recuerdos lo hundieran. Quería que la gente viera quien era en verdad, que la gente no pensara que era un vándalo como lo solían apodar, querían que lo ayudaran a salir de la pesadilla que vivía. No podía controlarse, su actitud siempre había sido algo explosiva y eso era una gran desventaja, el mismo se sentía como un monstruo a veces, y no quería creer eso pero los medios y la mayoría de las personas lo hacían sentir como tal. Su coreografía terminó en una mezcla de emociones, lágrimas y gritos desesperados. Yuri se encontraba sobre la pista, casi parecía que se había caído pero en verdad él decidió quedarse en esa posición, mostrando su debilidad pero a la vez ocultando las lágrimas, parecía estar esperando que alguien lo ayudara a levantarse, que alguien lo salvara, ese alguien que nunca llegó.

Animal I Have Become- Yuri PlisetskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora