Calidez

18 2 0
                                    

Me encanto mirarlo aquella tarde, sentir que estabamos hechos el uno para el otro, que nadie a mi alrededor existía, sólo eramos él y yo. Sus labios me volvían loca, no resistí la tentación de besarlo, de probar el sabor de sus labios así que decidí fundir mis labios con los de él. Podía sentir como desteyos de electricidad recorrían mi cuerpo cada vez que sentía sus labios, podía sentir como me quemaban sus labios al sentir lo cálidos que eran. Sus labios seguían el ritmo de los míos. No podía mirarlo a sus ojos me ponía muy nerviosa, pero me encantaba mirarlo cuando el miraba a otro lado. Joder lo amaba tanto como a nadie. Sus besos se habían tatuado en mí.

-PMGV

Letters Without ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora