CAPÍTULO DIEZ

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Reencuentro segunda parte

Alice Jones

Volteó lentamente con la vista gacha, de repente veo unos zapatos, mi vista va recorriendo a esa persona pantalones de vestir color azul marino, una camisa blanca con las mangas dobladas, una mano reposa a su lado derecho mientras que su mano izquierda sostiene lo que parece ser un saco.
Sigo inspeccionando hasta que llegó al rostro unos labios rosas, parecen extremadamente suaves y sus ojos, son cafés el café más hermoso que pueda existir.

Sonrió, pero esta misma desaparece al darme cuenta de la situación que estoy pasando,
Edward está parado frente a mi, como si nada hubiera pasado durante todo este tiempo, como si siguieramos siendo los grandes amigos que éramos antes. Retrocedo, lo miro directamente a los ojos el me sonríe, sin embargo, yo no le devuelvo el gesto sigo mirandole a los ojos y estampó mi palma derecha en su mejilla, Edward cierra los ojos y cuando los abre me ve secamente.

— Creó que me lo merecía — dice tocandose la mejilla en la cual ha recibido el golpe.

No dije nada, solo lo seguía mirando con el ceño un poco fruncido.

— Veo que no dirás nada, Alice — silencio —te vez tan hermosa — sonríe de nuevo mientras me examina de pies a cabeza.

Algo en mi explota, siento odio, desprecio, rabia, mis ojos se llenan de lágrimas, estoy tan enojada.

— ¿Enserio? ¿Eso es todo lo que dirás después de todo este tiempo? ¿"Te vez tan hermosa"? ¡Ninguna disculpa! ¡Ningún lo siento! ¡Solo un maldito alago! ¿E..eso es todo? — me derrumbe, no puede contenerlo más mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas.

Me di media vuelta y me dirigí a mi auto, saque las llaves de mi bolso y la introduci en la cerradura, mis manos estaban un poco torpes así que no lograba hacerlas entrar.
Edward me arrebato las llaves las manos y las guardo en su bolsillo. Ni siquiera hice el intento de quitarles las llaves, simplemente me dirigí hacia el salón de eventos, y me adentre en la fiesta.

Todas las personas estaban felices, bailaban y cantaban al compás de la música, mientras yo me dirigía al baño y me preguntaba ¿algún día podré ser feliz como todos ellos?

Entré al baño y me encerre en él, me senté en el piso, junte las rodillas a mi pecho y comencé a llorar, si, extrañaba tanto a Edward pero no iba a aceptar que el llegará de nuevo como si nada hubiera pasado, como si nunca se hubiera alejado. Lloraba tanto, tan desconsoladamente.

Escuche que alguien entraba, así que intente calmar mis sollozos, más no lo logré.

— ¿Alice? — dijo Edward — Alice, se que estas aquí — dijo con la voz cortada —
A

lice, necesito... - dijo sollozando - Necesito que abras la puerta, por... Por favor y es que no.. No puedes....


Y entonces abrí aquella puerta que nos separaba, admire sus ojos esos ojos marrones claros, estaban enrojecidos de tantas lágrimas derramadas, el estaba tan agobiado tan cansado era desconcertante verlo de aquella manera, y aún más sabiendo que yo era la culpable de todo.

— Alice — dijo casi en un susurro —
Lo siento tanto, yo no quise en serio, lo siento.

— Edward, por favor callate — hable fríamente — solo callate ¿si?

— Alice por favor dime que no lo volviste a hacer, yo tenía miedo maldita sea ¡Miedo!.
Miedo de perderte, miedo de tan solo imaginarte ahí en aquel piso frío, muerta, sin vida — dijo llorando de nuevo y bajando su tono de voz con cada palabra hasta terminar en un susurro.

- Edward, tu sabes muy bien que esta Prohibido Suicidarse En Primavera...

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2016 ⏰

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