La cabeza me martilleaba, era como sí no parasen de clavarme puñales en el cerebro. Las piernas y los brazos me hormigueaban y al intentar respirar un dolor horrible en los pulmones me lo impedía, como sí alguien los estuviese estrujando.
Intenté llevarme las manos a la cabeza pero me fue imposible, no me respondían. Lo intenté otra vez y nada, me empecé a poner nerviosa. Yo era de esas que se ponía super nerviosa a la de nada y el no poder mover las manos y casi ni poder respirar no ayudaba en nada.
-¿Se pondrá bien?
¿Quién preguntaba eso? Era un hombre el que preguntaba pero su voz no se me hacia familiar. No era una voz agüda, era más bien tirando a grave, un tono muy seductor la verdad.
-No lo sabemos aún señor, no sufre daños muy graves en el cuerpo, sólo alguna que otra pequeña quemadura que con el tiempo ni marca le quedará. Pero al caerse debió golpearse con algo y eso la dejó como en estado de coma.
Después de hablar la mujer, la cual supuse era la enfermera, un silencio inundó la habitación.
-¿Podría dejarme unos minutos con ella?
-Claro señor
Oí como unos pasos iban hacia la puerta y luego esta última cerrarse.
¿Me había quedado sola?
¿El chico ese se había ido o se había quedado?
Pasaron unos minutos y yo seguía sin oír nada, seguro que se había ido.
Entonces noté como unos nudillos acariciaban la suave piel de mi mejilla.
Era él.
No se había ido.
¿Y que había hecho esos minutos en que no había oído nada?
Mirarte estúpida me respondió mi subconsciente.
Eso es imposible, nadie nunca me ha mirado y no va a empezar este chico con tono de voz sensual.
¿Y por qué no?
Porque no y ya, a él no le intereso.
Noté como cambiaba los nudillos por las puntas de sus dedos. Me empecé a poner nerviosa, nunca ningún chico me había tocado así.
-Eres preciosa
Me susurró al oído.
En ese instante creí morir. ¿Como alguien podia siquiera decirme eso?
Su dedo gordo bajó hasta mis labios y los acarició dibujando su contorno.
-Definitivamente preciosa. Te vas a poner bien, de eso me voy a encargar yo mismo.
No me lo podía creer, sí pudiese moverme ahora mismo mi mandibula estaría rozando el suelo.
¿Este chico al que no conocía de nada, que sólo sabía que tenía un tono de voz de los más sensual me estaba diciendo que era preciosa?
Vale, muy graciosos, ¿Dónde esta la cámara?.
Pero serás imbécil, que es verdad, que el bombon este te está diciendo que eres preciosa.
Tenía que despertarme para poder verle la cara. Tenía que despertarme para ver sí esto no era un maldito sueño o una alucinación por culpa del efecto de las drogas que administraba el hospital. Tenía que despertarme.
-No se sí me oyes o no, sí me oyes mueve un dedo.
Intenté mover el maldito dedo con todas mis fuerzas, pero no respondía, ninguna parte de mi maldito cuerpo respondía. Esto era increíble. Para una maldita vez que alguien se interesaba por mi y no podía saber ni quién era.
-Veo que no me puedes oír, así que me marcho, pero volveré.
Volvió a pasar su dedo gordo por mis labios, volviendo así ha acariciarmelos y volviendo así a dejarme con la boca abierta.
Oí unos pasos alejarse y todo se quedó sumido en un silencio. En mi cabeza sólo se agolpaba una pregunta.
¿Había sido esto un sueño?
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Bueno, ¿Quién creeis que ha sido el chico de voz sensual? xd. Espero que os esté gustando :))))))))
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The Firefighter {Niall Horan}
FanfictionUna fiesta. Una chica sola. Y fuego, mucho fuego.